15º-18º
domingo | 12 mayo | 2024
En los últimos días, el número 120 de la ronda de Nelle ha saltado a la actualidad. La basura acumulada en el patio de luces, que arrojan los okupas que viven en este edificio, genera grandes molestias a los vecinos de las comunidades colindantes: muebles, bolsas de basura y heces humanas se acumulan generando un caldo de cultivo perfecto para mosquitos y cucarachas, además de mal olor. La Concejalía de Medio Ambiente ha tomado cartas en el asunto y el martes pasado envió a la Policía Local con una notificación en la que solicitan a los okupas del primer piso que les dejen acceder a su vivienda para poder limpiar las toneladas de desperdicios acumuladas durante más de un año y medio.
Esta limpieza será costeada por las arcas municipales. Es más: no puede llevarla a cabo la concesionaria de limpieza viaria por la sencilla razón de que el patio de luces no se considera vía pública, ni tampoco ninguna otra contrata existente del municipio. Eso quiere decir que la Concejalía de Medio Ambiente, que dirige la socialista Esther Fontán, se verá obligada a elaborar un contrato ex profeso.
Tampoco se tiene una idea clara de cuánto días se prolongarán las tareas de limpieza. Sin embargo, como se trata de la basura generada por nueve pisos (todos, o casi todos están okupados y la mayoría por varias personas), una estimación conservadora apunta a que durará una semana, como mínimo. Como en el lugar son habituales las peleas y el tráfico de drogas, es muy probable que tengan que acudir acompañados de la Policía, además.
Conviene recordar que, según los vecinos de las comunidades adyacentes, el edificio okupa lleva casi dos años sin agua corriente, después de que se modificara la traída del agua para evitar empalmes. Desde entonces, el trasiego de cubos de basura cargados de heces y de botellas de agua es constante.
Hay que tener en cuenta, además, que en el edificio residen varios niños pequeños, que por tanto viven en unas condiciones insalubres, sin que por el momento la Concejalía de servicios Sociales, que dirige Yoya Neira, haya adoptado ninguna medida a ese respecto. Las primeras denuncias por acumulación de basura llegaron hace un año, y entonces, el Ayuntamiento investigó la propiedad de varias de esas viviendas. No fue hasta su publicación en el BOE que se descubrió que muchas de ellas pertenecían a un hombre ya fallecido.
Aunque los vecinos de edificios colindantes aseguran que el 120 pertenece a un banco, las mismas fuentes municipales aseguran que la propiedad está repartida, así que un lanzamiento será difícil. Mientras tanto, los afectados de inmuebles colindantes esperan que toda esta exposición mediática sirva para desbloquear la situación.
“Ayer tenían un cubo de heces para tirar a la basura en el portal –se quejaba un afectado–. Empezamos a notarlo de tres años para aquí. Es brutal. Y estos dos últimos años fue más ‘heavy’. Antes esa gente estaba más tiempo y ahora varían los ocupantes un montón. Y oímos como pican las paredes”.
