Un centenar de vecinos corta la ronda de Outeiro para protestar por las obras de las Casas de Franco

La Policía Local tuvo que desviar el tráfico

Los vecinos de las Casas de Franco siguen en pie de guerra. Lo que en un principio no era más que una de las muchas obras de mejora que llevaba  a cabo la Concejalía de Urbanismo, se ha convertido ya en todo un problema para el Ayuntamiento. La campaña de protestas continúa y más de cien personas volvieron a concentrarse ayer, cuando cortaron de nuevo la ronda de Outeiro durante cerca de media hora, afectando al tráfico de esa calle, así como de la ronda de Nelle y de la avenida de Finisterre.  

 

Desde el Ayuntamiento señalan que las obras que tanto incomodan a los vecinos han sido acordadas con ellos, pero los aludidos lo niegan, y critican la actitud municipal, negando que exista verdadero dialogo. En las pancartas que sostenían ayer podía verse su oposición frontal al muro, ese obstáculo que separa su acera de la ronda de Outeiro, y que el Ayuntamiento califica de “parterre”. Presionado por los vecinos, Urbanismo ha acabado rebajando la altura, de 1,5 metros a 75 centímetros y luego a 40. El mínimo, aseguran, para poder instalar las canalizaciones eléctricas previstas. Pero los vecinos se mantienen firmes y amenazan con acudir al próximo pleno. 

 

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Quintana

Modificaciones  

Una de sus portavoces, Debora Cotello, clamaba por megáfono contra lo que consideraba un caso de mala praxis por parte del Ayuntamiento. “Ellos dicen que sí, que accedieron al 95% de lo que les pedimos, que van a poner rampas, pero en el proyecto ya venían dos. ¿Cuáles son esas peticiones? Que enseñen el segundo proyecto, para ver cuáles son las modificaciones”, reclama. 
 

Los vecinos parecen no fiarse del Ayuntamiento. Consideran que ya disfrutaban de una accesibilidad universal, porque salían de sus portales directamente a la acera. Esto cambia con el proyecto de humanización. “Ponen dos o tres escalones y una rampa para entrar el jardín, cuanto antes no teníamos ese problema”, señala Cotello. 
 

Por otro lado, tampoco están contentos con que los contenedores de basuras se reubiquen en las calles laterales. “La accesibilidad nos la quitan por completo. No nos dan explicación con este muro, que no quieren ni que lo llamemos así, porque ellos lo llaman ‘parterre’ y cuando les preguntamos por qué nos quitan las plazas de aparcamiento nos responden porque creen que es mejor así. No hay otra explicación”, protesta la afectada.
 

El Ayuntamiento asegura que presentó el proyecto en noviembre a los representantes vecinales. Sin embargo, los afectados replican que en el documento en el que aparecen las firmas de los portavoces solo se menciona la retirada de los árboles, víctimas de una plaga.  Por otro lado, recuerdan que hubo un acuerdo plenario apoyado por los tres partidos. “Y luego dicen que tienden la mano para hablar. Pero no es así. Su actitud es prepotente. Te enseñan el mismo proyecto, sin medidas”, remata. 
 

En la manifestación, de hecho, se encontraban tanto concejales del BNG como del PP.  Este último instó a Inés Rey y a reunirse con los vecinos hasta consensuar las obras, “como debió hacer ya antes de redactar el proyecto”. Y añaden que “Inés Rey perdió la mitad de sus votantes, pero vemos que no ha entendido el mensaje que le enviaron las urnas en las autonómicas”.

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El activista Nicanor Acosta, durante la protesta / Quintana

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