Un año más, del 14 al 25 de agosto, irrumpen en Betanzos las Fiestas de San Roque. Durante casi dos semanas, la ciudad se convierte en uno de los centros de diversión del noroeste peninsular gracias, máxime, a “dous elementos orixinais e únicos que lle dan a estas festas unha personalidade propia e inconfundíbel en todo o país galego e fora del: o globo de papel máis grande do mundo, que se saiba, e a romaría dos Caneiros, enxalzada por cronistas e poetas e cantada coma ninguén por Uxío Nononeyra”. El pregonero se dirige a la multitud convencido, como Cunqueiro, de que el betanceiro es “un tipo humano de excepcional consideración e calidade, produto dunha fermentación secular de gran finura”, proclama el brigantino Xesús Torres Regueiro.

Cientos de personas en la calle, desde el Archivo-Liceo hasta la casa consistorial, dejan al descubierto la avidez de juerga del vecindario, sus ansias por escuchar el estruendo del “garelazo” 365 días después y por “conocer” a la Reina de San Roque 2012. María Jesús Fernández Martí desfila sonriente y satisfecha porque, a pesar del 90% de posibilidades de precipitaciones, está en la calle, con sus paisanos, camino de la cima del Castro de Untia. “Na Coruña está chovendo, pero a nós protéxenos o San Roquiño”, apunta un portavoz del Ayuntamiento de Betanzos.

Torres, escritor enorme y betanceiro de pro, apela al trabajo y vigilia de la sociedad garela para frenar el deterioro del casco antiguo y evitar casos como el de la “desmontada” Casa Gótica. n