El movimiento ciudadano “Salvemos El Pasatiempo” sigue sumando acciones para dar a conocer la situación del espacio y concienciar de la necesidad de actuar para e evitar su desaparición, esta vez de la mano de la Asociación de Amigos do Parque do Pasatempo. Con este propósito, el próximo domingo, día 30 de abril, se celebrará “Pasa el Tiempo & Draw”. Una actividad a la que puede unirse cualquiera que quiera buscar inspiración en el parque para desarrollar su arte, para expresar su creatividad o canalizar su indignación; que quiera cantarle, escribirle, tocarle, dibujarlo o pintarlo, “o simplemente paseando y compartiendo con los amigos un día diferente” en la Huerta de Don Juan.
Los organizadores explican que la intención es llenar el parque de familias “con niños que dibujen al León Colosal, con madres que fotografíen los secretos ocultos del Estanque del Retiro y de abuelos que vengan a ensayar con su vieja trompeta”, apunta Amigos do Parque do Pasatempo.
El comienzo está previsto para las 11.00 y, tres horas más tarde, a las 14.00, se celebrará un picnic en la parte de abajo de El Pasatiempo. “Pedimos –añadieron– a cada invitadedo que venga con su propia comida y su dosis de alegría y de propuestas para sacar adelante a uno de los recursos patrimoniales más importantes que tenemos en Betanzos”.
Más de 7.500 adhesiones
Ensu momento, hace más de cien años, el proceso de construcción de El Pasatiempo hizo correr ríos de tinta en España. El propio Alfonso XIII envió a “Don Juan” gamos y ciervos para engordar la conpleta relación de animales el área inferior, la parte donde también estaban los dos leones donados en los 60 a Covadonga. Un siglo después, los betanceiros se resisten a perder uno de sus emblemas y, con esta idea, hace un año emprendieron una campaña de movilizaciones que en este momento supera las 7.500 adhesiones en change.org y más de 1.500 segudirores en Facebook.
Para sus promotores, la restauración del espacio y, sobre todo, establecer garantías para su posterior mantenimiento, son la única manera de asegurar su “supervivencia” y de respetar los objetivos de sus impulsores: dis- frute estético, fin didáctico, re- clamo turístico y labor social por y para Betanzos.
Las premisas con las que en 1893, el menor de los García Naveira empieza a desarrollar en O Carregal un área de recreo a la manera de los grandes jardines del XVIII y XIX siguiendo criterios establecidos por hitos de la promoción pública como el Central Park de Nueva York.l