El calor apretó ayer pero no todo el mundo pasó el domingo en la playa. Hubo quien desafió a las altas temperaturas en pleno campo, aprendiendo a labrar, y quien dedicó la jornada a remover conciencias y fomentar la solidaridad con las personas refugiadas, con motivo del Día Mundial dedicado a este colectivo, que se celebra mañana.

La parroquia de Orro, en Culleredo, celebró su II Festa Labrega con artesanía, obradoiros, exhibición de palilleiras, visita a los animales de granja, clase de labranza, roteiro por los molinos y lavaderos de la zona y una animada comida popular con música y baile. La intención era transmitir las tradiciones a los más pequeños, quienes lo pasaron en grande.

Cooperación
En Cambre, el Ayuntamiento organizó, en colaboración con la ONG Mestura y el Fondo Galego de Cooperación e Solidariedade, actividades interculturales para promover la ayuda a los refugiados.

La jornada comenzó con el monólogo “A vida nunha rotonda”, de José Erre, y continuó con la actuación musical de Batuko Tabanka Galicia-Cabo Verde, además de la intervención de los alumnos de la ESO del IES David Buján (Sigrás), que expusieron su proyecto “O mundo que queremos”.