La avenida de San Cristóbal ya se ve a otra altura. El tramo de paso inferior –que se modificó para permitir la conexión entre dos barrios– se abrió ayer al tráfico rodado después de meses de obras. Este semisubterráneo ofrece ahora vía libre para construir el puente que volverá a unir
Elviña Segunda Fase y O Birloque. La previsión es que la obra termine en unos dos meses.
A las 11.30 horas de ayer el nudo de infraestructuras de Lonzas estrenó un piso más gracias a la apertura oficial de la nueva avenida de San Cristóbal. El primer o último tramo de la carretera, según se vaya en dirección al polígono empresarial de A Grela o a Lavedra, discurre ahora por debajo de la cota por la que lo hacía hasta el viernes.
Aunque de momento no afectará a los dos barrios divididos, algunos representantes de los mismos se mostraron satisfechos con la inauguración. Saben que por fin, tal y como había explicado el teniente de alcalde de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Martín Fernández Prado, a este diario, se podrán retomar los trabajos del paso superior que volverá a permitir la interacción entre Elviña Segunda Fase y O Birloque.
Según había explicado el edil, de la eliminación de la circulación en superficie dependía el reinicio de las actuaciones para crear un puente entre las avenidas de Pablo Picasso y Glasgow. En realidad, una vez levantada la parte central, tan solo falta ejecutar los estribos de la plataforma.
El propio Ministerio de Fomento, encargado del proyecto, aclaró hace unos días que desde ayer hay nuevas afecciones al tráfico en el entorno para rematar las actuaciones vinculadas a la Tercera Ronda.
“Para la ejecución de la última fase del estribo de Glasgow es preciso restringir el paso por el ramal superior en el sentido Lonzas-AC11”, dijeron. Así se establece “como desvío provisional para los vehículos que procedan de la AC-14 y de la avenida de Enrique Salgado Torres que quieran incorporarse hacia la AC-10 y AC-11 el cambio de sentido en la glorieta de Eduardo Diz”, aclararon desde el departamento de Ana Pastor. De esa manera, se les redirigirá hacia el paso inferior.
ruptura con lo cotidiano
Fuentes de Fomento destacaron que la instalación permitirá “mejorar la permeabilidad” entre las dos zonas residenciales que quedaron divididas cuando comenzaron las obras.
De hecho, el presidente de la Asociación de Comerciantes Boulevard de Elviña, Abel Caballero, lamentó que tuviesen que ser las reclamaciones populares las que dieran fin a la “incomunicación” a la que les habían condenado las administraciones sobre los planos.
“Ahora estamos como encajonados y la segunda fase de Elviña y O Birloque somos como primos hermanos porque los vecinos de Elviña acudimos al otro lado a hacer actividades sociales y los residentes en O Birloque vienen a comprar a Elviña”, concretó el representante.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Veciños de O Birloque Os Anxos, Ramón Mañana, destacó que pese a la apertura de ayer “lo que falta es lo principal”.
“No nos han dado explicaciones de cuando estará lista la conexión ni nada”, lamentó, al tiempo que refrendó las críticas de Caballero por la limitación de servicios de los últimos tiempos. A nivel institucional se confía en que el puente esté rematado en ocho semanas para que las cosas regresen a la normalidad.
circulación fluída
En la primera jornada con cambios el tráfico fue bastante fluido durante toda la jornada, dado que se optó por poner a disposición de los conductores esos nuevos 830 metros, de los que algo más de 500 están protegidos por muros pantalla, en sábado. Gracias a esa decisión no se registraron demasiadas complicaciones en la movilidad de la zona.
Aún así, el cruce de turismos por los dos carriles en cada sentido fue constante durante todo el día bajo la atenta mirada de algunos de curiosos.
Mientras los usuarios se despidieron de los baches, las estrecheces y las prohibiciones de las que adolecían los antiguos carriles en las últimas semanas, los vecinos del entorno se subieron a la pasarela peatonal instalada para unir O Birloque y Elviña Segunda Fase para observar las novedades de la infraestructura.