Los vecinos de San Vicente de Elviña bajaron ayer desde su pequeño núcleo de población al centro de la ciudad para hacer más visible su protesta. Cientos de personas, en nu número que oscila entre los 250 y los 300, recorrieron la distancia que separa la plaza de Pontevedra de la de María Pita armados de cacerolas y pancartas y dispuestos a hacer todo el ruido necesario para ser oídos por el Ayuntamiento: piden que se detenga el proceso de alojos para construir el Parque Ofimático. Desde que el hogar de Álvaro Corral fue reducido a escombros, no han llegado nuevas notificaciones, pero todos esperan que la actividad se reanude tras el parón asociado a las fiestas de fin de año.
Por el momento, viven en sus casas de San Vicente de Elviña cuatro familias que están pendientes de ser desalojadas. El propietario de una de estas viviendas accedió a venderla al Ayuntamiento, así que en un principio no se esperan problemas con su desalojo, pero los dueños de las otras tres se negaron a vender sus hogares, así que tuvieron que ser expropiados.
en primera línea
Los vecinos de San Vicente de Elviña están apoyados por los activistas de la Plataforma Stop Desahucios, pero fueron ellos los que caminaron en primera línea llevando con ellos la pancarta donde se podía leer “Elviña non se vende, Elviña se defende”. Entre ellos estaba Corral, que desde que fue expulsado de su casa por la Policía Local vive en una vivienda cedida por unos familiares, a la espera de mudarse a un piso de alquiler social cedido por el Ayuntamiento.
Uno de los principales motivos de protesta de los manifestantes es que en el lado derecho de Alfonso Molina en dirección salida, donde están sus casas, no se va a construir ninguna vivienda, sino solo un viaducto elevado (en el terreno de la casa de Corral se instalaría uno de los pilares). Por eso sus terrenos fueron expropiados para construir “equipamiento público”.
Ellos insisten en que no es necesario seguir adelante con las expropiaciones habida cuenta de la lentitud con la que se desarrollan las obras del Ofimático y porque ni siquiera está proyectado el viaducto. Sin embargo, el Ayuntamiento está decidido a cumplir con el calendario y despejar los terrenos para la construcción, como está legalmente obligado.