La Cocina Económica trabaja ya a pleno rendimiento en las dos instalaciones de O Castrillón y O Birloque a las que ha deslocalizado el reparto de alimentos y hoy comenzará la reforma de una tercera. Sin embargo, la directiva se adelanta a los acontecimientos y ayer mismo planteó la posibilidad de que si la demanda de ayuda continúa en aumento tengan que deslocalizar también los fogones para conseguir dar cobertura a todos los coruñeses.
El acercamiento de la Cocina Económica a los barrios para aportar una mayor discreción a las familias con problemas económicos está conllevando un incremento en la solicitud de atención en lo que respecta a la comida. Ante esta situación tanto el presidente de la entidad benéfica, Alberto Martí, como su junta directiva idean nuevas soluciones ante la eventualidad que pueda venir.
“Si el tema del reparto para los domicilios crece mucho más tendremos que establecer otra zona donde preparar la comida”, reconoce el tesorero de la organización y principal responsable de la deslocalización de la distribución, Emilio Suárez. Habla de que muy posiblemente habría que mover de ubicación los fogones para ser capaces de dar servicio a los potenciales usuarios.
Pese a que en la Cocina acaban de encargar una olla nueva que tiene capacidad para unas 400 raciones más de las que preparaban, Suárez comenta que el espacio para preparar el menú diario es muy justo. Puede haber cacerolas y alimentos en la despensa, pero ya no quedan fuegos sobre los que preparar la comida.
“Necesitaríamos apoyo pero la actual cocina quedaría para dar servicio al comedor de los sin techo y el de las personas mayores y tendríamos otra más industrializada para atender el servicio que hacemos ahora que, entre comillas, es de catering”, augura el tesorero de la institución. En cualquier caso puntualiza que la Cocina Económica “crece en función de la demanda y ojalá no sea preciso llegar a esto”.
autorizaciones
Suárez también explicó que hoy mismo comenzarán las obras de adecuación del tercer local de reparto, ubicado en el entorno de A Sagrada Familia-Os Mallos, que podría empezar a funcionar “a mediados de la semana que viene”.
Así lo aclaró tras mantener una reunión con el concejal de Servicios Sociales, Miguel Lorenzo, –que precisamente ayer visitó el centro asociativo de O Birloque acompañado por el presidente de la entidad, Alberto Martí, y las concejalas de barrio Carmen Hervada y Susana Pazo– en la que este le dio “la confirmación” de que el local estaba concedido. También dio la autorización para realizar la obra, en la que trabajarán un carpintero y un albañil. n