Con la llegada de 2014, los coruñeses han tenido que rebuscar en sus carteras tres céntimos más para coger el autobús urbano. De 1,27, la tarifa pasa a costar desde ayer 1,30 euros, un incremento que para la mayoría de los encuestados es excesivo si se tiene en cuenta que la ciudad no abarca tanta extensión como otras capitales grandes y que las frecuencias no son las deseadas.
En el caso del bonobús genérico, los tres céntimos se suman a los 0,82 euros que suponía cada viaje a los bolsillos y llegan así a los 0,85 euros en este año. En la calle, los vecinos no están de acuerdo con que el Gobierno local aplique por sistema un aumento de los billetes sin que a cambio mejore el servicio. Para muchos, los tiempos de espera en las paradas son superiores a otras ciudades donde las líneas pasan continuamente.
Por su parte, la oposición criticaba los pasados días esta medida tachando a Negreira de ser el primer alcalde que ha subido todos los años el bonobús general y el social. El PSOE señalaba que desde que los populares han entrado en María Pita, el billete simple ha encarecido 15 céntimos; el general, 13 céntimos; y el social, siete, una circunstancia que ha afectado a los coruñeses en más de 2,4 millones. Esta postura es contraria, según los socialistas, a lo que prometía en campaña el PP a favor del transporte público dedicándose a gastar 684 euros por hora en fiestas, “mientras los coruñeses viven peor”.
El BNG recordaba al respecto que la Compañía de Tranvías obtenía 4,66 millones de beneficio en 2012 y un total de 8,74 millones de subvenciones municipales sin invertir “nin un céntimo a melloras en I+D+i”. Los nacionalistas critican al PP porque no revisar la concesión y la fórmula para el cálculo de la tarifa, siendo una de las más caras de España según la Organización de Consumidores de Usuarios (OCU).