La Junta de Gobierno pudo aprobar por fin el Plan de Acceso al Hábitat Digno, como denomina el Gobierno local a su proyecto para erradicar el chabolismo, tras llegar a un acuerdo para los presupuestos municipales el mes pasado. Para el concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, es la herramienta necesaria para “vencer a situación de precariedade habitacional” que sufren los chabolistas. Los residentes en el poblado de A Pasaxe suman unas 33 familias entre gallegos y portugueses. Más de cien personas que residen en infraviviendas a orillas de la ría, pero el Ayuntamiento ya adelantó en anteriores ocasiones que los que viven a la sombra de la ruinosa nave de la Conservera Celta tiene prioridad: su derribo será el punto de no retorno para el poblado.
Sobre la estructura pesa una orden judicial que incita a su derribo y hace responsable al Gobierno local de desalojar a los que viven en chabolas entre sus pilares. En un principio fueron trece las familias de etnia gitana que habían recibido la orden de desalojo, a las que hay que añadir tres o cuatro de origen merchero que también se pueden ver afectadas por el derribo de la ruina propiedad de la inmobiliaria Altramud, de José Luis Cebrián. Ya hace tiempo que el personal de la Concejalía de Justicia Social y Cuidados (Servicios Sociales) llevan trabajando con los chabolistas, a los que el alcalde visitó en persona al poco de llegar al poder y les prometió una solución para su problema.
Pero, como señaló ayer Varela, la erradicación del chabolismo en la ciudad requerirá “unha estratexia integral e interdimensional”. O sea, una política transversal en la que también participen las concejalías de Participación e Innovación Democrática, Igualdade e Diversidade, Emprego e Economía Social e Medio Ambiente.
En la Junta de Gobierno se ha presentado un informe en cuya redacción ha participado Arquitectura sin Fronteras (antes Arquitectos sin Fronteras) una de las ONG que más ha trabajado y durante más tiempo a favor de los chabolistas, y que ha conseguido en solitario reubicar a varios de ellos. El Ayuntamiento no ha concretado qué itinerario deberán seguir los chabolistas.
El alcalde, Xulio Ferreiro, explicó en su día que se trata de un programa integral: “Traballar coas familias, de unha a unha. preparalas para que podan ter unha vida autonoma noutro sitio, que poidan integrarse laboralmente e que poidan ter vivendas que respondan a súa forma de vida”.