Cuando más falta hace un aluvión de turistas en la ciudad, nuevos reclamos comienzan a tomar forma desde la iniciativa particular. La Asociación de Amigos del Museo del Ferrocarril de Galicia y The Royal Green Jackets planean instalar un pequeño tren de jardín en el monte de San Pedro con el objetivo de implantar una atracción poco conocida en A Coruña. La idea, que se agrupa en un paquete más amplio, está pendiente de análisis por parte de la concejala de Turismo, Luisa Cid, que debe concertar una reunión con ambos colectivos.
“Le presentamos el proyecto al alcalde y gustó pero está pendiente de aprobar”. Con estas palabras resume el secretario de la Asociación de Amigos del Museo del Ferrocarril de Galicia, Manuel Arenas, la buena disposición recibida ante su nueva iniciativa, en la que se han embarcado junto a The Royal Green Jackets. El proyecto que pretenden sacar adelante se centra en la instalación de un tren de parque con máquinas de vapor y vagones a la altura de la segunda batería de San Pedro, de modo que sirva “como atractivo turístico para niños y adultos”.
de mayo a octubre
El trenecito, que todavía está pendiente de aprobación por el Ayuntamiento, se fraguó viendo como esta alternativa de ocio funciona muy bien en el Levante o en Madrid. Tras comprobar que el Museo del Ferrocarril de Galicia cedería algunos vagones y los socios del colectivo disponen de algunas máquinas se les ocurrió proponer a la concejala Luisa Cid montar una vía de “15 pulgadas en la época estival, entre mayo y octubre”. El lugar elegido para el disfrute de vecinos y turistas durante las mañanas de los sábados se debe a que el parque está cerrado por las noches “con vigilante” y a salvo de “hurtos de vías y palancas”.
Arenas subraya que, tal y como lo han planteado, este peculiar transporte público sería gratuito. No obstante, no saldría excesivamente caro al gobierno municipal por lo que aguardan a que la responsable del departamento los reciba para dar forma al plan. “Costaría entre 3.000 y 4.000 euros por el montaje; las máquinas y vagones serían cedidos”, cuenta.
En principio el recorrido –que se pondría a prueba un año– sería corto pero en caso de funcionar ven posible ampliarlo e incluso construir más vagones.