Sus antecedentes hacían fácil predecir cuál sería su final. Cuando fue detenido, en junio de 2010, después de haberle disparado a la cara a su exesposa y haber intentado herir también a su hija en una calle próxima a la Domus, Hassan G., de nacionalidad marroquí, había ingerido líquido anticongelante mezclado con medicamentos. Dos años después, en el juicio celebrado en la Audiencia por el intento de homicidio de sus familiares, alegó que su intención no era otra que matarse ante la mujer que lo había abandonado, a él y a todas las costumbres que lo ataban a su país. “Yo lo que quería era quitarme la vida delante de ellas porque no puedo asimilar la cultura”, aseguró a los jueces.
El recluso no estaba en el programa de prevención pese a sus antecedentes
Hoy se sabe que, poco después de conocer su sentencia en marzo del año pasado, el acusado cumplió su palabra. El personal de Teixeiro que realizaba el recuento de presos lo encontró semanas después de hacerse pública la resolución muerto en su celda. Se había colgado pero, además, tenía cortes en las muñecas. Tenía por delante 26 años de condena.
Cuando ingresó en prisión, después de recuperarse de la grave intoxicación por la ingesta del producto químico, el interno –entonces, todavía preventivo– entró en el programa de prevención de suicidios del centro penitenciario. No obstante, en el momento en que conoció la resolución de la Audiencia, el hombre ya no estaba sometido a un seguimiento especial.
patológico
Eso, a pesar de que en el juicio por el tiroteo contra su mujer y su hija mayor, la psicóloga que había atendido al acusado y a su pareja unos años antes habló de un “trastorno de adaptación” –a su nueva vida en España– que rozaba la patología paranoide.
Según la especialista, el hoy fallecido tenía “ideas preconcebidas” y referencias acerca de cómo debía ser una familia, un trabajo, una sociedad... que le impedían aceptar el hecho de que su esposa hubiera dejado de utilizar el velo islámico, hubiera buscado empleo y, más adelante, hubiera iniciado una relación con otro hombre, después de la ruptura definitiva de su matrimonio.