El fallo en el sistema informático de cobro y el de GPS causó ayer el colapso del transporte público en la ciudad. Los primeros casos se dieron desde primera hora y durante toda la mañana, los chóferes tuvieron que luchar contra un sistema informático rebelde. Sin un plan de emergencia previsto para estos casos, tuvieron que recurrir a la improvisación: algunos optaban por cobrar a mano, otros perdonaban el coste del billete, y otros reiniciaban constantemente el sistema. Algunos buses ni siquiera tenían encendidos los letreros LED. Desde la Compañía de Tranvías confirmaron que no habían dado orden de cobrar en metálico y que sí se permitió subir a bordo sin pagar para evitar demoras.
Los comentarios de los usuarios iban desde los más jocosos, que invitaban a todo el mundo a subir autobús a aquellos que se preguntaban si no tener que abonar el trayecto les compensaba el llegar 50 minutos tarde al trabajo. Otros en cambio, aseguraban haber tenido que pagar de más al no poder usar las tarjetas de pago. Los viajeros formaban largas colas en las paradas, y en algunas de las más grandes, como las de la plaza de Pontevedra, los propios buses se concentraban, con retrasos de media hora.
El suceso afectó especialmente a los estudiantes que se dirigían a la Universidad, que estos días se encuentran en período de exámenes, y que en muchos casos llegaron tarde a la cita por el fallo en el transporte.
Según la propia Compañía de Tranvías, los retrasos se fueron moderando a medida que avanzaba la mañana. Al parecer, la avería masiva que Tranvías señala que nunca se había producido antes, se debió a la instalación de una actualización en el programa de cobro, aunque otras fuentes apuntan a que esa instalación se realizó a última hora del lunes y que entonces el sistema ya estaba generando fallos que avisaban del colapso. A pesar de todo, la situación no se normalizó hasta bien entrada la tarde, alrededor de los siete, cuando los cobros se hicieron de manera habitual.
investigación
Por su parte, el Ayuntamiento ha anunciado una investigación, que incluirá las causas del incidente, el número de usuarios líneas y horarios afectados y las medidas que puso en marcha la empresa. En cuanto al viaje gratuito, el Ayuntamiento asegura que la empresa tiene la obligación de acceder a él si el cobro presenta algún tipo de problema.
No es la primera vez que el sistema de cobro de Tranvías presenta problemas técnicos. De hecho, desde su instalación, la tarjeta Millennium se ha revelado defectuosa En marzo, la concejala de Movilidad, Begoña Freire, anunciaba que, para finales de año, se pondría en marcha una nueva tarjeta a la que denominó Millennium Plus. n