Los bomberos acudieron ayer a la calle del Capitán Troncoso pasadas las ocho de la mañana alertados de que se había producido un desprendimiento de piedras. En efecto: en esta calle que salva el desnivel entre María Pita y antiguo cuartel de infantería se habían desprendido varias piedras de un muro de roca viva que había caído al césped de la zona ajardinada. En un principio se trataba de fragmentos escasos, de tamaño no muy grande, pero tras una inspección visual se detectaron más grietas, de manera que la Policía Local acordonó la zona para evitar incidentes entre los transeúntes.
Las barreras no se retirarán hasta que los técnicos de Ruinas realicen una inspección más a fondo que permita descartar todo peligro, dado que el examen que realizaron los bomberos fue superficial debido a la gran cantidad de hiedra que cubre la roca. Las raíces de las plantas trepadoras pueden haberse introducido en los resquicios de la piedra y haber provocado el desprendimiento, pero esto no se podrá comprobar hasta que se proceda a una limpieza de la pared.
Si Ruinas lo aconseja así, será necesario proceder a un saneamiento en profundidad de la roca, porque esta se inclina sobre la calle del Capitán Troncoso, que soporta una considerable cantidad de tráfico peatonal. De ahí la instalación de una valla de seguridad.
palacio de la ópera
No es extraño que en zonas de roca viva se produzca cierto desgaste porque la orografía de la ciudad, con muchos desniveles, hace que estas paredes naturales sean corrientes. El caso más llamativo es de la cascada junto al Palacio de Congresos, que también tuvo que ser precintada en agosto del año pasado después e que agua arrancara varios bloques de considerable tamaño que acabaron cayendo sobre el estanque.
No era la primera que sucedía, de manera que el suceso generó cierta alarma. En aquella ocasión el examen de Ruinas dictaminó que la integridad estructural de la pared no corría peligro, de manera que las barreras que se colocaron para evitar que el público se acera se retiraron al cabo de un fin de semana.
Fue un caso más escandaloso que el de ayer, porque se trata de uno de los atractivos de uno de los edificio más representativos de la ciudad. Pero desde el cuerpo de Bomberos sostienen que el desprendimiento de ayer ofrece más peligro.