La Policía multa a los coches que aparcan sobre los raíles en desuso del tranvía

La Policía multa a los coches que aparcan sobre los raíles en desuso del tranvía
a pesar de las sanciones, la costumbre de aparcar sobre las vías persiste pedro puig

El tranvía lleva desde julio de 2001 fuera de servicio debido al mal estado de las vías, y todavía no se sabe cuándo podrá volver a circular por que recorre la zona del Castillo de San Antón, detrás del Abente y Lago. Así que es natural que, en una ciudad en la que la escasez de aparcamiento en el centro es un problema endémico, los conductores se hayan habituado a aparcar encima de los raíles, librándose así de pagar la zona azul o un párking público. Sin embargo, este hábito que se ha ido consolidando durante más de un año puede costar muy caro porque la Policía Local lleva desde finales del año pasado manteniendo una intensa campaña para mantener libre de coches esas vías.

Según fuentes del cuerpo municipal, en ese tiempo se han trasladado docenas de coches y se han interpuesto varias denuncias a la semana, siguiendo las directrices del Ayuntamiento, que quiere mantener ese tramo de la vía despejado, por causas que no han trascendido. “Nosotros nos limitamos a seguir las órdenes”, explicaron estas mismas fuentes. En este estado de cosas, la zona que va desde la Solana al puerto deportivo se ha convertido en un coto de caza para la grúa municipal, que puede llegar a llevarse varios vehículos en un solo día después de que sus confiados dueños los estacionaran allí en el convencimiento de que, al no estorbar el tráfico, estaban a salvo de la grúa.

“Es cierto que no molestan mucho –comentó un agente- pero se trata de un carril de circulación, así que tiene cierto sentido”. Los que más han notado está costumbre son los conductores que acuden a visitar a los internos en el Hospital Abente y Lago. Este centro hospitalario, por ser de antigua construcción, no tiene aparcamiento propio, así que las visitas recurren al estacionamiento irregular para solucionar este problema.

 

San andrés

En realidad, las campañas de multas y grúa son habituales siempre que desde el Ayuntamiento se quiere corregir los hábitos de los conductores a la hora de estacionar. A principios del pasado mes de diciembre la Policía Local literalmente empapeló los parabrisas de los coches que descubría aparcados en la calle de San Andrés. Durante los meses que duró su reforma, el público se había acostumbrado a aparcar encima de la acera, aprovechando que las obras para su peatonalización habían rebajado su altura.

Era una práctica muy habitual sobre todo los fines de semana, cuando los conductores que acudían a disfrutar del ocio nocturno suelen dejar sus vehículos en San Andrés. Pero de la noche a la mañana, la permisividad de las autoridades dejó paso a una campaña de multas que comenzó de madrugada y se prolongó durante semanas. El gobierno local trataba de dejar clara así el carácter peatonal de San Andrés, a pesar de lo cual sigue siendo corriente que los vehículos estacionen de forma irregular en el último tramo, cerca ya de la bifurcación que lleva a Panaderas.

Esta clase de campañas chocan con la incomprensión de los usuarios, que consideran que se debe al tan manido “afán recaudatorio”. Para la mayoría es incomprensible que no se pueda aparcar en una zona en la que no se estorba el tráfico que, además, en esa zona no es muy denso desde que se cortó O Parrote por las obras del párking. Fuentes de la Policía Local señalan que se seguirá actuando en la zona “como recordatorio”.

La Policía multa a los coches que aparcan sobre los raíles en desuso del tranvía

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