La voz de Bernardino suena a coro junto al mar

La voz de Bernardino suena a coro junto al mar

De un lado y de otro. Junto a los menhires o en un acto más institucional en el Paraninfo. Junto al mar y sobre el propio mar. La voz del “mestre da literatura galega” Bernardino Graña se hizo oír ayer por toda la ciudad pero siempre con un caminante paralelo, el del Océano Atlántico, que estuvo omnipresente.

El eco de las palabras de Graña, auspiciado por la Asociación de Escritores en Lingua Galega y el colectivo Arteu que organizaron el sentido reconocimiento a su obra en colaboración con la Universidade da Coruña y la Real Academia Galega, vino dado por los autores noveles y los ya consagrados que dedicaron parte de su día a leer y recitar algunas de sus más conocidas y reconocidas obras.

Bajo la atenta mirada del homenajeado, que no paró de recibir muestras de afecto al sol de la Torre de Hércules y del parque próximo al monumento, la jornada comenzó de la mano de pintores como Carlos Botana, Alfonso Costa, Inma Cubeiro y Begoña Tojo, entre otros muchos, que dieron rienda suelta a su creatividad en un escenario inmejorable. “Traballaron nos lenzos co mar e coa obra de Bernardino” como inspiración, contaba el presidente de la Asociación de Escritores en Lingua Galega, Cesáreo Sánchez.

Y después llegó el turno de la “xeración de poetas máis novos”, la que Sánchez situó en la década de los 90, que realizaron lecturas dramatizadas de textos escritos por el protagonista del día a lo largo de su extensa carrera.

“Foi un acto moi activo, moi participativo e tanto houbo nenos como maiores”, explicó el representante de los organizadores, que aludía a la presencia de cuentacuentos en el entorno de las actividades para entretener a los más pequeños. Mientras unos se introdujeron en la literatura así como sin querer, otros disfrutaron con escritos “senlleiros” de las letras gallegas.

Todo sin perder de vista la figura de Bernardino Graña, que al parecer se lo pasó como nunca. Según Sánchez, estuvo “moi contento” durante todo el día “porque sempre admirou A Coruña e a cidadanía está nesta homenaxe”.

Un acto que siguió nada más retirarse la servilleta del regazo con un paseo en barco por la ría para el que ya no había plazas libres porque contaba con un aliciente: Anxo Angueira, Xabier P. Docampo y Luís Dopico leyendo páginas reservadas por la mañana con un hilo musical y el vaivén de las olas de fondo.

Porque la obra de Graña siempre tiene presente el mar y porque el evento se tituló “Medre o mar!”. De vuelta a puerto se realizó una marcha gaiteira hasta el Paraninfo donde se sumaron escritores como Manuel Rivas, Miguel Anxo Fernán-Vello, Xulio L. Valcárcel o Xosé Luís Méndez Ferrín, para hacer más cálido el “grande abrazo de distintas xeracións de escritores” a Graña. n

 

La voz de Bernardino suena a coro junto al mar

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