La Concejalía de Movilidad y Seguridad trabaja desde hace meses en el plan de reforma de las vías del tranvía, entre la Torre de Hércules y las Esclavas, con el objetivo de que convoy vuelva a circular por el Paseo Marítimo –en obras en estos momentos– el próximo verano. Por el momento, el reto que se marca el departamento que dirige el portavoz municipal, Julio Flores, es tener listo el proyecto definitivo después del verano, para así poder licitar las obras de reparación a partir de octubre.
La intención del Ayuntamiento es que sea la Empresa Municipal de Vivienda, Emvsa, la que se encargue de gestionar la reforma, para la que hay reservada un partida de 425.000 euros en los presupuestos municipales de este año. Los trabajos consistirán en la sustitución de la vía en aquellos tramos en los que los raíles se encuentren en mal estado.
Cambios > En un principio, el proyecto incluirá un cambio con respecto a la distribución del trazado actual del tranvía: la eliminación del apeadero situado frente al edificio de Hacienda, una de las zonas más dañadas del trazado entre el faro romano y Riazor. La idea es ajustar las frecuencias en este punto para que no coincidan dos vehículos al mismo tiempo y, por tanto, ya no sea necesario ese desdoblamiento de la vía. Eliminar el intercambiador servirá, además, para ahorrar parte del coste de la obra, para la que se preveía un gasto de más de 800.000 euros.
Fue precisamente el apeadero de Hacienda donde se detectó la avería a raíz de la cuál el Ayuntamiento ordenó suspender temporalmente el servicio del convoy. Fue el pasado 8 de julio cuando el PP, recién estrenado al frente de la alcaldía, ordenó el cese del tranvía, después de que, unos días antes, tuviese lugar el descarrilamiento en el apeadero.
Los desperfectos no eran nuevos. Tal y como consta en un informe redactado por el director de Seguridad del gobierno municipal, los daños ya habían sido comunicados a la anterior administración en varias ocasiones. A raíz del descarrilamiento, el equipo del alcalde, Carlos Negreira, encargó dos estudios para conocer el estado real del trazado.
En los estudios se aseguraba que existían más de 830 metros de vías dañadas. Los desperfectos más graves se encontraban en el tramo comprendido entre el castillo de San Antón y la Torre de Hércules, donde el riesgo de descarrilamiento es mayor. En este caso, el coste de la reparación del trazado se elevaría hasta los 2,2 millones de euros, de acuerdo con los informes de los técnicos, por lo que el Ayuntamiento decidió retrasar la reparación de esta parte por el momento.
Pese a las condiciones del trazado del tranvía turística, el anterior gobierno local nunca llevó a cabo una reforma del servicio, en funcionamiento desde 1997. Eso sí, en 2007, la anterior administración encargó un proyecto de reparación, pero que nunca llegó a salir a concurso.
Mantenimiento > Para garantizar la buena conservación de los raíles una vez concluya la reforma, el Ayuntamiento ya anunció que contratará, a lo largo de este año, un servicio de mantenimiento \“preventivo y coercitivo\” de la vía. Este tendrá un coste anual de 60.000 euros y la adjudicación será por dos años. De esta forma, el gobierno local pretende evitar que si se producen nuevas averías en el tramo reparado estas sean detectadas a tiempo.
Además de la recuperación del tranvía turística a partir del próximo verano, la administración municipal ultima la puesta en marcha de un autobús turístico, que completará la ruta del convoy por el Paseo Marítimo, entre la Torre de Hércules y la zona de Las Esclavas. Se trata de un servicio muy reclamado por hoteleros, hosteleros y comerciantes, que esperan que sirva para completar la oferta turística que ofrece la ciudad a los viajeros.