Continúan los trabajos de remodelación de la calle de San Andrés y lo hacen a buen ritmo. Las obras, que comenzaron el pasado 15 de febrero, ya permiten ver cómo será el resultado final que ofrecerá la calle después de la reposición del firme. El tramo inicial, que se desarrolla entre la iglesia Castrense y la calle de Panaderas, ya está prácticamente finalizado en su primer sector (hasta el cruce con la calle del Sol). El pasado 16 de abril, los trabajos prosiguieron en el segundo de los subtramos, para lo que fue necesario cerrar el tráfico hasta la calle de Torreiro.
Los trabajos de remodelación de la vía están dejando ver ya un diseño de plataforma única, que evita la existencia de desniveles entre la calzada y las aceras. Se sigue así, como siempre ha valorado el gobierno local, el modelo seguido en la reforma de Rúa Alta.
Este diseño permite, por tanto, dejar la puerta abierta a una posible futura peatonalización de la vía. Este hecho es, precisamente, uno de los que más ha enfrentado a los comerciantes de la zona. Mientras que para unos, esta medida favorecería la llegada de compradores y propiciaría que la gente se acercara más al centro a pasear; para otros, el hecho de que se prohíba la circulación de vehículos por la calle podría suponer una ruina para muchos comercios.
Otro de los aspectos que preocupa, y mucho, a los gerentes de los locales de la zona es la instalación de un firme adoquinado, en vez de uno de cemento más tradicional. El Ayuntamiento está reparando actualmente los adoquines de la calle de Orillamar, que se instalaron hace apenas un año, y que en este tiempo han sufrido un grave deterioro. Los comerciantes temen que esta misma situación se pueda volver a repetir en San Andrés, y que haya que volver a realizar obras de reparación.
Sin embargo, desde la asociación Zona Obelisco se asegura que los responsables de la agrupación han comentado este problema con los técnicos municipales, quienes habrían asegurado a los comerciantes que esta situación no se repetiría en San Andrés. Al parecer, según sostienen, el Ayuntamiento entiende que los problemas en la calle de Orillamar habrían surgido porque los trabajos se realizaron “con prisas”, algo que se tratará de evitar en las obras de San Andrés.
Plazos > El gobierno local asegura que los trabajos en San Andrés avanzan según lo previsto, con el objetivo de que la reforma esté lista a finales de año, antes de la temporada de compras de Navidad. Los cambios que ocasionan las obras afectan a las calles Sol, Orzán y Cordonería.
Los trabajos tendrán un coste de 647.529,96 euros, y fueron diseñados para continuar con el plan de renovación de las vías y espacios públicos, así como para impulsar la actividad comercial y revitalizar el barrio y toda la zona centro.