Ver, comparar y, si se encuentra algo más barato comprar... pero a última hora. Este parece ser el truco más utilizado por los coruñeses esta campaña navideña. La caída del poder adquisitivo se nota, tal y como coinciden distintos representantes del comercio, sobre todo en que las compras se están retrasando mucho más que otros años. Los comerciantes de las zonas tradicionalmente más concurridas temen que este cambio en los hábitos provoque una caída en la facturación con respecto a 2011, ya muy baja.

Sea por el mal tiempo, por la supresión de la paga extra de los funcionarios o simplemente por miedo a no llegar a fin de mes con los gastos de las fiestas, la campaña de compras navideñas no termina de arrancar. Así lo explica el presidente de la Asociación Zona Comercial Obelisco, Antonio Amor, que recalca que “por ahora no arrancó cuando lo habitual es que empiece en el puente de diciembre”.

El sector asegura que los coruñeses están esperando mucho más que otros años para adquirir sus regalos

José Manuel Castro, representante de otra de las zonas comerciales por antonomasia, la calle Barcelona, coincide en que el movimiento en las cajas registradoras va “más lento que otros años, apático”, algo que achaca entre otras cosas a que en el entorno vive “gente modesta” y a que la subida del IVA supuso “un estacazo”. De la misma opinión son los presidentes de las asociaciones de Distrito Picasso y Distrito Mallos, Belén Chaver y José Salgado, respectivamente.

“La gente está preocupada pero poco a poco se irá vendiendo porque quien más y quien menos gastará para que los niños no se queden sin regalo”, augura Chaver, mientras que su homólogo aclara que “las cosas van despacio” y que “el movimiento no es todo el de otros años”.

No obstante, Salgado considera que es muy pronto para adivinar qué ocurrirá con la campaña. En todo casi sí es consciente de que “la gente pregunta más y compara más los precios” y por eso el gasto va más lento. En la calle Barcelona el objetivo es conseguir que los consumidores se animen a comprar “entre el 18 y el 24”, si bien Castro calcula que la facturación “bajará seguro respecto a otras Navidades”.

En general, el sector reconoce que tiene miedo a que las fiestas no sirvan siquiera para salvar un poco el año. No obstante, el representante de los comercios del Obelisco también confía en los resultados que se puedan obtener esta semana a la vista de que las calles son un hervidero de gente. “Tenemos esperanza en que sea más llevadera; si igualamos las cifras del año pasado nos daríamos con un canto en los dientes”, subraya.

unas malas rebajas

Incluso los centros comerciales notan el bajón aunque, haya o no ventas, ayer ocurría como en las calles del centro: las grandes superficies se llenaron. A media tarde en la zona de Marineda City el tráfico era denso e incluso se montó un control de velocidad en la rotonda del Pavo Real.

Pero la desesperanza navideña del sector se extiende a las rebajas. “La facturación va a bajar ahora y en rebajas, la cuestión es que lo haga lo menos posible”, explica Antonio Amor, algo que repiten en la calle Barcelona. El comercio guarda a que la creciente afición por pasear sirva para atraer algún cliente más.