Hartas de lo que consideran una clara discriminación por parte del ejecutivo municipal del Partido Popular, alrededor de una decena de entidades vecinales se unirán para exigir al alcalde, Carlos Negreira, que las reciba y atienda sus demandas. Entre sus críticas está el giro de las subvenciones hacia entidades de reciente formación que consideran afines al partido de gobierno.
Abrumado por la gran asistencia de público, que dijo envidiar, el presidente de la Asociación de Vecinos de Los Rosales, Fernando Carrillo, dejó entrever una pretensión en la asamblea que decidía el futuro inmediato de la biblioteca pública de Monte Alto el pasado martes. “Hay que hablar con otras asociaciones y unirnos”, comentó el representante vecinal.
Carrillo concretó ayer estas palabras, al aclarar que trabaja en “intentar montar un grupo de asociaciones vecinales y pedir una cita con el alcalde”. De hecho, por el momento hay “unas once entidades” en contacto, puesto que se reunieron hace un tiempo en secreto para analizar el peso que han ido perdiendo para la corporación frente a las ayudas que se dan a organizaciones nuevas.
Si bien es cierto que esta pelea estaba un poco parada, Carrillo tiene previsto reactivarla estos días en vista de lo que considera el último agravio del Ayuntamiento con respecto a instituciones afines políticamente: la retirada del convenio que permitía mantener abierta la biblioteca de Monte Alto. “Van a ser más entidades porque yo me voy a encargar de ello”, advierteel portavoz, que cuenta con el apoyo de colectivos como los de “Monte Alto, Castrillón, San Pedro de Visma u Oza-Gaiteira-Os Castros”, entre otros.
política "clientelar"
El siguiente paso, que espera dar de forma urgente, es redactar un documento para solicitar la cita con Negreira. En su agenda está ultimarlo estos días para enviarlo a las demás asociaciones y que juntas consensuen la petición.
“Queremos hablar del tema de la discriminación entre unos y otros y el clientelismo que existe”, resume Carrillo. Asegura que el problema va más allá del cierre puntual de ahora y recuerda lo que ocurrió con muchas de las fiestas durante 2012.
Otra de las más que posibles propuestas al regidor será la supresión “de las concejalías de barrio o pedirle que las dote de contenido, decisión y dinero”. En opinión de las entidades vecinales de poco sirve reunirse con las ediles si todo lo que les comentan tiene que ser remitido al concejal de cada ramo específico porque las soluciones se atrasan.
De la misma opinión son en Atochas-Monte Alto-Torre de Hércules o la Asociación de Vecinos de O Castrillón-Urbanización Soto, IAR, cuyo presidente, Domingo Verdini, reconoce que hay un “malestar con el trato del gobierno municipal y los concejales de barrio”.
Aunque recalca que el tema está un poco paralizado, Verdini admite que si reactivan la plataforma participará para buscar un acuerdo que les permita hacer llegar sus demandas a los representantes municipales.