Estaban en blanco, pero los metros y metros de papel higiénico que ayer colgaban de las barandillas de los cuatro pisos del edificio de Nuevos Juzgados guardaban un mensaje: el rechazo frontal de los trabajadores públicos a las medidas de recorte emprendidas por el Gobierno central, que en el caso del sector judicial se materializan en el fin de los días “moscosos”, la incesante reducción del personal interino y una rebaja mensual en el sueldo, para compensar la supresión de la paga extra de Navidad, que en el ámbito judicial está garantizada por ley.

Los trabajadores del juzgado lanzaron ayer papel higiénico para mostrar su indignación

La convocatoria ayer de una cacerolada y del lanzamiento de rollos de papel sanitario es una de las primeras que los sindicatos del sector justicia realizan en conjunto, a través de la plataforma unitaria que han conformado CCOO, CSIF, UGT, CIG, USO y STAJ, y que amenaza con endurecer sus protestas a partir de septiembre.

Lo harán en conjunto, y esperan contar con la colaboración de otros trabajadores públicos, desde funcionarios de la Xunta o Hacienda hasta policías, bomberos, sanitarios y también jueces, fiscales y secretarios judiciales. “Es que no es la paga extra, ni los ‘moscosos’. Es todo. Es la burla. Estamos en una situación terminal”, describe Sergio Riveiros, responsable de organización de UGT-Justicia.

desde el edificio proa

Así parecen entenderlo también muchos de sus compañeros, que ayer respondieron a la convocatoria de forma mayoritaria, acudiendo, incluso, desde los juzgados ubicados en el edificio Proa de Matogrande y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

“Estamos todos unidos”, destaca desde CCOO el delegado Jorge Suárez. Su sindicato advierte de que las acciones contra el “ataque”, el “desprestigio” y la “estigmatización” al que está siendo sometido el funcionariado público irá en aumento: “Los funcionarios estamos indignados. No somos mercados, no somos números, no somos responsables de esta crisis y nuestro dinero sentimos que va a servir para tapar los agujeros de una banca mal gestionada y unos gobiernos despilfarradores, negligentes e incompetentes”.

Según la plataforma, sus protestas van en defensa del trabajador público, pero también de todo aquel que está viendo mermados sus derechos y posibilidades de vida. En contra “un atentado fundamental y salvaje” que, a sus ojos, lo que busca es “el fin de los servicios públicos”. n