Los cortes provocados por las obras del túnel de La Marina han afectado a todo el tráfico de la zona centro, y nadie lo sabe mejor que los conductores de los buses urbanos, que tienen que enfrentarse a él a diario. Pero mientras tanto, lo cierto es que el sistema ideado por la Concejalía de Movilidad para minimizar las molestias que provocan las obras del túnel parecen funcionar. El Paseo Marítimo está sobrecargado, y con él los autobuses que cubren las líneas que recorren Monte Alto. Sin embargo, como es una vía de gran capacidad, con cinco carriles, en cada sentido, los trastornos son menos graves y, de hecho, fuentes policiales reconocen que el tramo que forma la avenida de Pedro Barrié de la Maza, está sorprendiendo por su capacidad para absorber el tráfico.
Eso no quiere decir que el transporte público no esté sufriendo trastornos. “Lo que ocurre es que tanto tráfico nos obliga a ‘trampear’. Vamos más rápido cuando podemos porque sabemos que luego perderemos más tiempo”, explica José Manuel Fuentes, delegado del comité de empresa de Tranvías. Otro conductor, Marcelino Iglesias, señaló que en realidad el cambio ha servido para potenciar la línea 1A: “Era una de las peores, y ahora ha cambiado mucho”.
Ahora que la línea no acaba en Puerta Real, sino que se extiende hasta el Hospital Militar, y que se han adaptado las paradas de bus en la cuesta de O Parrote, el tráfico fluye sin problemas y a pesar de que se ha retirado el único bus articulado que prestaba servicio en esa ruta, lo cierto es que los usuarios cuentan con un mejor servicio. Por lo menos, hasta abril de 2015.
El principal problema se encuentra en la plaza de España y el Paseo Marítimo, donde el aumento en la circulación por los vehículos que evitan la avenida de La Marina provoca retrasos de varios minutos en las horas punta. Concretamente, de 07.00 a 08.00 horas y de 20 a 21.00 horas. Es a esa hora cuando el tráfico se ralentiza tanto por la calle de San Andrés. Esta vía se estrecha al llegar a la plaza de España, donde el tráfico, que no puede desviarse por su salida habitual del túnel de María Pita, que está cortado al tráfico, se congestiona inevitablemente, afectando a las líneas que recorren San Andrés, como la 11, la 6A, la 4 y la 7.
para septiembre
Quizá sea esa la razón por la que desde el Ayuntamiento niegan que haya problemas de retrasos, que también habían sido denunciados por el grupo municipal del BNG la semana pasada. Además, Fuentes recuerda que al calle de Federico Tapia, que es recorrida habitualmente por los buses que se dirigen al centro, va a ser reformada: el Ayuntamiento prevé cambiar su pavimentación, lo que conllevará el corte de tráfico. “A ver qué pasa entonces”, señaló el delegado del comité de Tranvías.
Aunque se sabe que no comenzarán hasta septiembre, cuando lo hagan coincidirán con la vuelta de los niños a los centros escolares y quizá con el mal tiempo, de manera que los conductores de bus temen lo que pueda pasar. n