El descubrimiento de una embarcación deportiva de remo, un kayak, flotando vacía a una milla al nordeste de Lorbé activó a las seis y media de ayer la respuesta de Salvamento Marítimo. Durante más de dos horas, el Helimer estuvo patrullando la zona en busca de un posible náufrago, mientras que en tierra, se trataba de localizar al dueño de la embarcación.
Era una tarea difícil porque los kayaks no llevan matrícula, pero la Guardia Civil pudo rastrear finalmente la canoa hasta una cala privada de donde habría sido remolcada a remo. Aunque los dueños de la cala aseguran que no sabían qué había ocurrido con ese kayak, para las autoridades quedó claro que se trataba de un descuido y que la piragua, por no estar bien amarrada, se había adentrado en el mar a la deriva.
Tras considerar que se había peinado suficiente el mar y que las posibilidades de que ese hipotético náufrago existiera eran muy pocas, se levanto el dispositivo.
Falsas alarmas como esta son bastante comunes en verano, cuando las embarcaciones deportivas salen a la mar. Estas búsquedas suponen un gran gasto de recursos y es por eso que las autoridades piden responsabilidad. n