Tonecho Castelos reconoce que es complicado. Dice que igual no es el momento, pero los dos tenían que hacerlo. Así es como su violín y el acordeón de Pablo Esqueira se juntan para refrescar el repertorio popular y aportar nuevas notas. Que hablan de tradición y tocan otros palos. Depende de quien coja la batuta, porque si Pablo mira más hacia el horizonte contemporáneo, Tonecho se refugia entre raíces. El resultado se podrá ver por primera vez hoy en directo, a las 20.30 horas, en el teatro Rosalía.
Allí le pondrán traje y corbata a su disco “Nas Mariñas”, del que habrá ejemplares disponibles. Para multiplicarse en el escenario, porque Tonecho y Pablo serán también piano, bouzouki y voz con una parte final en la que habrá sorpresas. Lejos de desvelarlas, el músico anima a los coruñeses a conocer el proyecto, de dos artistas con callo porque Castelos coqueteó con la banda de Seivane y Milladoiro y ambos estuvieron inmersos en Quenda Folk.
De otra forma sería imposible. Y es que “un dúo es muy complicado, no tienes dónde esconderte”, asegura Tonecho. A golpe de jotas, muiñeiras y pasodobles, el nuevo grupo se dará a conocer. Para compartir con el público lo que más les gusta: “No vamos por la parte comercial y somos conscientes de que es difícil por el tipo de música”, afirma Tonecho. Sin embargo, no dejan de aliñar su ensalada con temas variados. Que harán del Rosalía un hervidero de ritmos diferentes: “Que no piensen que el concierto va a ser lineal”, advierte. Al contrario, su primer disco coge de aquí y de allá. Es violín y acordeón, pero también otros instrumentos que le darán vida al oído. Con Pablo al micrófono y Castelos haciendo coros, el dúo emprende un viaje por lo tradicional y contemporáneo. Para sumar enteros a la música viva del país. Y engrandecerla. Como si fueran diez en vez de dos.