La noche coruñesa es más segura que nunca. Así lo aseguran fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, que se apoyan en un acusado descenso de las denuncias por agresiones en las zonas de ocio nocturno. Hace solo un año, los agentes de la Policía Nacional y Local afirmaban que el número de peleas había aumentado mucho más de lo que reflejaban las estadísticas del Ministerio del Interior, pero desde entonces, la política de patrullas de a pie por la zona del Orzán ha conseguido reducir el número de altercados.
Este dispositivo está formado habitualmente por ocho agentes y dos mandos y en un principio generó cierto debate, puesto que algunos opinaban que la presencia de policías en las calles de la movida nocturna podría incitar a los elementos más violentos a enfrentarse a los agentes, y por eso la Policía Nacional prefería no hacerlas. “Pero después de un año, podemos decir que no es así, y de hecho, se ha celebrado recientemente una reunión con hosteleros de al zona de Padre Rubinos en las que han mostrado su satisfacción por la presencia policial en la zona”, aseguraron esas mismas fuentes.
La razón de que las patrullas de a pie se hayan revelado efectivas a la hora de abortar las peleas es que suelen estar allí precisamente cuando comienzan de manera que normalmente los policías pueden detener a los participantes antes de que lleguen a producirse lesiones que luego desemboquen en una visita al hospital y a la posterior denuncia. Además, los mismos agentes señalan que se está aplicando una política nueva: denunciar a los implicados no solo por lesiones, sino por pelearse, siempre que no desistan de su actitud.
“Si nosotros llegamos y están peleando, los separamos y no pasa nada, pero si insisten en hacerlo delante de nosotros es entonces cuando se presenta la denuncia”, aclaran. Hay que tener en cuenta que el 90% de las delitos de lesiones se dan entre conocidos. Normalmente se trata de gente joven e impulsiva, aunque no son raros los casos de hasta más de cincuenta años.
sin enfrentamientos
Los agentes municipales también han notado un buen comportamiento en el público en general. Y es que es frecuente que cuando se enfrentan a un sujeto que se muestra agresivo este trata de animar a los espectadores a ayudarle a enfrentarse a la Policía, pero sus esfuerzos no suelen tener éxito. “Los enfrentamientos que puede haber son casi siempre una única persona. Es muy raro que alguien intervenga para ayudar al detenido”, explican.
El año pasado se registraron 25 denuncias por agresiones, amenazas e insultos a un agente del cuerpo municipal, y este año esperan que ese número se reduzca sensiblemente. Aún así, se están llevando a cabo iniciativas para reforzar la formación y equipamiento de los agentes, sobre todo cuando se trata de intervenir en situaciones en las que hay una gran cantidad de personas o estas se encuentran fuera de sí, como puede ser el caso cuando el individuo en cuestión está atrincherado en un domicilio.