El paraje del Río Tinto, en Huelva, transformado por el ser humano en un erial rocoso después de miles de años de extraer de él cobre, azufre, oro y plata, servirá ahora como campo de pruebas de la tecnología espacial. El proyecto europeo Moonwalk lo considera el campo de prueba ideal para saber cómo se comportaría un robot en la superficie la superficie de Marte. Desde ayer y hasta final de mes, se dedicarán al desarrollo y mejora de las técnicas para que un equipo astronauta-robot realice actividades extravehiculares (EVA) en cooperación.
La zona de la cuenca minera de Río Tinto presenta característicos colores rojizos y amarillentos debido a la elevada presencia de compuestos de hierro y azufre, como la jarosita, un mineral que también se ha encontrado en Marte. Es por ello, entre otros motivos, por lo que este trozo del plante rojo en la Tierra ya ha sido elegido en numerosas ocasiones para la realización de campañas como la que ahora llevará a cabo Moonwalk. un proyecto que tiene como objetivo comparar diferentes modalidades de equipos astronauta-robot y astronauta-astronauta en el desempeño de múltiples tareas.
El Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), a través del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), es la institución española involucrada en este proyecto internacional y la encargada de coordinar los ensayos en Río Tinto, además de dirigir las actividades científicas.
“Lo que aprendamos en esta campaña será extrapolable a la que se desarrollará posteriormente en Marsella (Francia), porque al fin y al cabo, las actividades extravehiculares van a ser similares”, comentó el director de la campaña en Río Tinto y responsable científico, Víctor Parro.
En el caso de Marsella, se realizarán ensayos bajo el mar, simulando condiciones de baja gravedad, como si se realizaran actividades extravehiculares en la superficie lunar. Ambas campañas se seguirán en tiempo real desde el Centro Internacional de Control de la Misión, en Zaventem (Bruselas, Bélgica).
Los ensayos pondrán por primera vez a prueba diversos sistemas y equipos: se usará la comunicación gestual entre el astronauta y el robot, el rover de exploración YEMO; el traje espacial Gandolfi 2 servirá para los ensayos en ambos ambientes y se probará el prototipo de hábitat desplegable para exploración de ambientes extremos SHEE resultado de otro proyecto europeo.