Tal día como hoy, hace veinticinco años, la Costa da Morte se despertaba con la trágica noticia del accidente del Casón, un siniestro que ha pasado a la historia tanto por las veintitrés vidas que se cobró como por la oleada de pánico que se desató ante la peligrosa carga que transportaba el carguero de bandera panameña.
Cronología de la tragedia
El accidente se producía a raíz de un incendio declarado en las bodegas 1 y 2 del mercante, tras desplazarse la carga debido a un fuerte temporal, cuando navegaba a quince millas de Fisterra. Hubo 23 muertos y ocho supervivientes, todos ellos de nacionalidad china. El buque realizaba la ruta entre Rotterdam y Hong Kong. La crónica de la época recoge que el accidente ocurrió alrededor de las siete de la mañana y movilizó tanto a buques que navegaban por la zona como al Servicio Aéreo de Rescate, SAR, además de un helicóptero de la Marina y la lancha "Arasolis" de la Cruz Roja de Fisterra. A última hora de la mañana se incorporaba un tercer helicóptero procedente de Madrid.
La labor de los helicópteros fue trasladar a tierra 22 cuerpos recuperados del mar, mientras que otro ya estaba a bordo de un buque danés. Las aeronaves llevaron quince cuerpos al hospital Juan Canalejo de A Coruña y la "Arasolis" trasladaba otros siete al puerto fisterrano, donde fueron colocados en el suelo de las oficinas de la lonja, a la espera de la llegada del juez. Entre los 23 cadáveres recogidos del mar había el de una mujer y el del capitán del navío. Según el hospital coruñés, una de las víctimas falleció por asfixia por inmersión, y el resto por intoxicación de monóxido de carbono.
En cuanto a los supervivientes, cuatro fueron rescatados por un mercante británico, uno por un buque italiano y los tres restantes por la lancha de la Cruz Roja. La crónica relata que la tripulación se lanzó al mar cuando se declaró el incendio y al ver que las llamas avanzaban por el barco sin control. Varios de los tripulantes se subieron a las balsas salvavidas, mientras que otros se lanzaron al mar provistos solamente de chalecos flotantes, mar muy agitado por un fuerte temporal. Dos de los supervivientes señalaron que a la hora del suceso estaban descansando en sus camarotes, cuando escucharon una explosión y la alarma, con lo que rápidamente intentaron echar las lanchas salvavidas pero el mecanismo que las baja no funcionaba, por lo que decidieron arrojarse al mar con los chalecos, siendo estos, recogidos por un buque británico.
A las ocho de la tarde el "Casón" embarrancaba en Punta do Rostro, remolcado por el "Remolcanosa 5", con base en Vigo, que además de tratar de sofocar el incendio a bordo intentaba llevar el buque hasta el puerto de Fisterra. Entonces empezaron a surgir preguntas sobre la carga del buque. Uno de los supervivientes, ingeniero de máquinas del mercante, acudía al hospital a identificar los cadáveres de sus compañeros. Según indicó, el "Casón" transportaba productos químicos, pero sólo el capitán conocía el verdadero contenido de la carga. Sing Man explicó que el barco estaba siendo muy zarandeado por las olas, como consecuencia de una fuerte tormenta, y que cuando escucharon la explosión el capitán les ordenó que se tiraran al agua inmediatamente.