La excavación de la Mámoa 4 de O Areoso comenzará este otoño si se cumplen las previsiones autonómicas y no hay sorpresas en el segundo concurso para adjudicar los trabajos, después de que el primero se declarase desierto por incumplimiento de las bases de la única firma licitante.
El proyecto de actuación, de unos 50.000 euros, ya se conoce y en él se detallan las tres grandes partes en que se dividirá la actividad sobre el islote perteneciente a A Illa: Prospección del dolmen, sondeos en busca de nuevos yacimientos y restitución del terreno para luchar contra la erosión.
La parte más esperada será la primera: La excavación del dolmen descubierto en 1988 bajo una duna, hoy parcialmente perdida. El proyecto técnico prevé dividir este capítulo en al menos “tres prospeccións: Unha durante o outono-inverno de 2016 e outras dúas no inicio e o final da intervención durante o 2017”.
Eso sí, todo el calendario deberá organizarse “en momentos en que as mareas sexan máis óptimas: No que queden as superficies de paleosolos á vista ou que a marea deixe a area das praias despexadas de algas”.
oportunidad única
La oportunidad será única: No hay precedente en tierra firme de la apertura de la cámara mortuoria de un dolmen aún virgen, como se presupone la de este yacimiento. Unido a las condiciones del suelo y al ambiente salino, los investigadores confían incluso en poder hallar los que serían los primeros restos biológicos encontrados en un túmulo como este.
nuevos hallazgos
El proyecto contempla también la realización de catas puntuales si se detecta “algún elemento senlleiro que corra especial risco de desaparición, coma por exemplo unha nova cista na zona intermareal”. En ese caso se realizarían pequeñas excavaciones en su entorno para poder caracterizarlo y estudiarlo.
La última fase será de conservación, labor importante ante el alcance de la actuación: La duna que aún cubre buena parte del dolmen se retirará totalmente, quedando expuesto a las mareas e intemperie que ya se cobraron en los últimos años otras piezas megalíticas en la isla.
El proyecto limita en este sentido el área de trabajo, dejando íntegro un margen en la parte oeste, que servirá de protección al conjunto. El resto de los áridos y materiales retirados será repuesto en esta fase final, rellenando el área de excavación. Además, se colocará la losa de cubierta del túmulo, que está parcialmente caída ahora. No se prevé la instalación de geo-textiles ni plásticos protectores, porque, ante el avance de la erosión, serían finalmente removidos y convertidos en basura en el entorno natural.