La plaza de la Constitución de Santiago alberga ya una placa en memoria de Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua de ascendencia gallega asesinado por la banda terrorista ETA el 13 de julio de 1997 y de las víctimas del terrorismo, cuyo recuerdo reivindicó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
“Ninguna ideología que se apoye realmente en la democracia puede apuntarse al olvido”, proclamó Feijóo, tras descubrir la placa, en un acto en el que también intervinieron el alcalde de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), y la diputada popular y hermana del edil asesinado María del Mar Blanco.
A “horas” de celebrar el Día de la Constitución, el presidente destacó la importancia de este acto, organizado por el Ayuntamiento de Santiago, y se declaró “orgulloso” de vivir en una Galicia que “recuerda, acompaña y tiene siempre presente a las víctimas del terrorismo”.
Frente a “modernas revoluciones” que no suponen “un riesgo” para quien las impulsa, subrayó que esta placa recuerda a quienes sí “dieron su vida por una Galicia y una España viva”. Y es que, según el presidente de la Xunta, “lo mínimo” que se puede hacer es “convertir el recuerdo” a las víctimas en una tarea “inacabada” y, por tanto, “siempre presente”.
Sin equidistancia
“La equidistancia de los demócratas no es posible por mucho tiempo que pase, ni por muchos disfraces que se pongan los que asesinaron, quienes les alentaron o quienes les respaldaron porque la democracia sigue en pie, en buena medida porque los que sufrieron en primera persona el terrorismo confiaron la lucha contra él al Estado de Derecho”, proclamó.
A renglón seguido, el mandatario gallego apeló a “desechar la amnesia colectiva” sobre “todas las formas de terrorismo que han amenazado la convivencia”, y también a “releer” la historia y animar a los hijos a que lo hagan, antes de pedir que la unidad que hubo durante décadas para combatir el terrorismo la haya ahora para luchar contra el olvido.
Por su parte, María del Mar Blanco agradecer el impulso de esta iniciativa al grupo del PP en el Ayuntamiento de Santiago, con Agustín Hernández al frente, y proclamó que este acto “representa un auténtico símbolo de resistencia ante el uso de la vida humana por parte de los fanáticos”, pero también “un símbolo de constancia” que permitirá el recuerdo de quienes han sufrido la lacra del terrorismo.
“Un emblema de memoria viva”, resumió la hermana del edil asesinado, quien lamentó las décadas en que España tuvo que sufrir los ataques de ETA y cómo ahora padece otras formas de terrorismo como el yihadismo.
Tanto Martiño Noriega, quien reprobó todas las formas de violencia durante su intervención, como Blanco y Feijóo tuvieron “un recuerdo especial” para víctimas de actos terroristas ligadas a Santiago Manuel Vázquez Cacharrón, Pedro Cabezas González, Constantino Limia Nogueiras, María Mercedes Domínguez Rodríguez y Ricardo Couso Río.
“Cinco huellas del terrorismo que quedarán para siempre en las calles de Santiago”, concretó el presidente gallego, quien agradeció la presencia en el acto de los portavoces parlamentarios de PPdeG, Pedro Puy; PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga; y En Marea, Luís Villares.