Los incendios forestales declarados en Galicia siguen cebándose estos días con dos espacios naturales singulares, el Monte Pindo, en el municipio coruñés de Carnota, donde un fuego de cerca de dos mil hectáreas es el mayor del año en la Comunidad, y A Fonsagrada (Lugo), una zona que pertenece a la Reserva de la Biosfera Oscos-Terra de Burón.
La envergadura del fuego de Carnota, que ha arrasado el venerado monte de O Pindo, de gran valor ecológico, ha llevado al ayuntamiento a solicitar la declaración de zona catastrófica, así como la habilitación de ayudas para regenerar el terreno y paliar los daños que en cientos de viviendas, tanto en enseres como en huertas, jardines o garajes ha causado el fuego.
Durante toda la jornada los efectivos contra el fuego han tratado de atajar la lumbre que amenazaba un grupo de viviendas en el pueblo de O Pindo, bajo la ladera del monte.
A última hora de la tarde, la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, ha comentado a Efe que los brigadistas le explicaron que resultó efectivo un contrafuego para proteger las viviendas, por lo que confían en cerrar el perímetro.
Ha explicado también que se trata de una zona "muy complicada para trabajar", al ser pedregosa, y ha añadido que los brigadistas "prácticamente tienen que hacer alpinismo" y sabiendo que las brasas pueden ser avivadas por el viento.
El viento, en efecto, también ha complicado la situación, ha resaltado Quintana, quien ha confiado en que "la cosa vaya a mejor", al tiempo que ha trasladado a los vecinos del núcleo de O Pindo un mensaje de tranquilidad: "Ahora queda esto seguro", pero, aún así, toda la noche seguirán trabajando los brigadistas.
Con nivel uno de alerta, el fuego en Carnota, que llegó casi al mar por la ladera del monte, también ha alcanzado el vecino municipio de Dumbría y se ha acercado a la cascada del Ézaro, única de Europa, que cae directamente al mar.
El segundo fuego de más envergadura, que en realidad son tres en el mismo municipio, A Fonsagrada, en el límite con Asturias, afecta a bosque mediterráneo y autóctono que pertenece a la Reserva de la Biosfera Oscos-Terras de Burón, en la que están incluidos siete ayuntamientos gallegos y otros tantos asturianos, según ha informado el alcalde de la localidad, Argelio Fernández.
Al alcalde no le cabe "ninguna duda" de que el incendio, que está controlado, fue provocado, porque el fuego "no prende por obra de birlibirloque en varios sitios a la vez" y los servicios de extinción de la Xunta de Galicia tuvieron que enfrentarse a tres frentes diferentes, que carbonizaron a su paso "pinos, abedules, castaños y robles".
"Ha quedado destruido un bosque mediterráneo de difícil recuperación", ha explicado a Efe Argelio Fernández, así como "una flora importante en alguna zona", que servía de hábitat a especies como "corzos, jabalíes o venados".
Según el último parte de la Xunta, en este fuego han ardido 530 hectáreas en sus tres distintos focos.
Al igual que el de A Fonsagrada, el alcalde de Carnota, Ramón Noceda, que destacó que este enclave paisajístico cuenta con 250 especies "únicas" de gran valor ecológico que "desgraciadamente, desaparecieron", considera que el fuego ha sido intencionado.
Noceda ha afirmado que no hay indicios, pero sí sospechas, porque "el lugar, la hora, y la intensidad del viento en el momento en que se produjo así lo parecen indicar".
"Y creo que fue para destruir el Monte Pindo, fue adrede" aunque, preguntado Noceda acerca de a quién considera que puede interesar pergeñar algo así, ha subrayado: "Eso me gustaría a mí saber también".
El incendio de O Pindo se ha convertido en el más devastador del verano en Galicia y en cuanto a la superficie quemada ha superado al declarado el 26 de agosto en Oia, en Pontevedra, donde el fuego arrasó 1.850 hectáreas, de las que 1.491 eran de superficie arbolada.
En Porto de Son continúa activo un incendio en la parroquia de Ribasieira, que ha quemado 150 hectáreas. Este incendio comenzó a las 00:37 horas y en su control trabajan dos técnicos, 10 agentes, 23 brigadas, 14 motobombas, dos palas, cinco helicópteros y cuatro aviones. EFE
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