El 45 por ciento de los mayores de 100 años considera que tiene un buen estado de salud y le concede una puntuación de ocho o más sobre diez, según un estudio publicado recientemente en la revista American Heart Journal.
La investigación, que analizó el corazón de 118 centenarios mediante distintas pruebas, fue desarrollado por investigadores de nueve hospitales españoles, la Universidad Europea de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid, con la participación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
La razón de su longevidad radica en que más de dos tercios de los mayores mayores de 100 años han seguido hábitos de vida saludables antes y después de los 65 años, señala la SEC en un comunicado.
La genética también tiene un papel importante, ya que la mayoría de los centenarios tiene o ha tenido un familiar de primer grado (padre, madre o hermano) que ha vivido más de 90 años.
No obstante, los resultados revelaron que uno de cada cuatro centenarios padece fibrilación auricular y que cerca de un 76 por ciento presenta anomalías en el electrocardiograma.
Este trabajo, el primero en estudiar a la población de más de 100 años de manera detallada, permite averiguar cómo envejece el corazón, lo que ayudará a diseñar estrategias preventivas y terapéuticas en los centenarios.
El doctor Manuel Martínez-Sellés, presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la SEC y coautor del estudio, ha explicado que el objetivo del trabajo ha sido evaluar las características del corazón de los centenarios para conocer el por qué de su longevidad.
El estudio analizó a 118 centenarios (28 hombres y 90 mujeres) de nueve centros médicos españoles, con una media de edad de 102 años, a los que se les realizó un seguimiento mínimo de seis meses.
Entre otros parámetros, se evaluó su historia clínica, su estado cognitivo y nutricional, así como su capacidad para realizar tareas de la vida diaria y desarrollar actividades físicas.
Además, se llevaron a cabo estudios analíticos, electrocardiogramas y ecocardiografías.
Estas pruebas demostraron que uno de cada cuatro centenarios sufre fibrilación auricular y que más de la mitad de ellos padece regurgitación aórtica, por lo que presentan un reflujo de sangre hacia la cavidad izquierda del corazón por un mal funcionamiento de la válvula aórtica.
Un 76 por ciento de los centenarios muestra alguna anomalía en el electrocardiograma, aunque estas últimas son más frecuentes en hombres que en mujeres.
Así, un 93 por ciento de los hombres tiene alguna anomalía, mientras que solo un 72 por ciento de las mujeres se encontraba en la misma situación.
Los centenarios hombres puntuaron con cifras más bajas el estado de salud y tenían menos capacidad para andar seis metros, ya que solo el 33 por ciento podía hacerlo sin problemas.
El doctor Martínez-Sellés ha explicado que "es normal y lógico que el envejecimiento del corazón también se acompañe de algunas anomalías, habitualmente no graves, ya que, a medida que va pasando el tiempo, el corazón de estas personas se vuelve más rígido, aunque puede seguir realizando su función correctamente".
En el año 2011, había en el mundo 317.000 ancianos de más de 100 años y se calcula que en el año 2050 el número de centenarios ascenderá a más de tres millones.
"El número de pacientes centenarios crece año tras año", ha precisado Martínez-Sellés, quien ha destacado la importancia de este trabajo para tratar mejor a los mayores de 100 años y estudiar el envejecimiento.