Un puñado de vecinos de Elviña lleva más de diez años manifestándose cada viernes en el puente peatonal que cruza Alfonso Molina, donde despliegan un cartel donde puede leerse “Elviña non se vende. Desafectación Xa”. Estas tres familias estaban afectadas por el desarrollo del Parque Ofimático, que amenazaba con expulsarles de sus casas situadas en el margen derecho de Alfonso Molna. Durante todo ese tiempo han luchado para revertir esa situación, Finalmente, el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con ellos y no perderán sus casas. De esta manera se pone fin a la que ha sido la protesta más longeva de la historia de A Coruña, dado que la primera concentración fue a principios de 2012.
La alcaldesa, Inés Rey, y el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, comparecieron ayer para dar cuenta del acuerdo al que han llegado con las tres familias implicadas. Llevan negociando desde principios de mandato y ha sido tan difícil llegar a un acuerdo en gran parte porque los afectados desconfiaban profundamente de una administración, la local, que consideraban que les había dado la espalda y querían la reversión completa.
Lo que han conseguido, finalmente, es una especie de reparcelación inversa: las tres familias habían recibido terreno edificable a cambio de sus propiedades y ahora renuncian a esa edificabilidad a cambio de sus parcelas. Para conseguir la desafectación habría sido necesario derogar el plan parcial del Ofimático, lo que era imposible. Para conseguir devolver sus casas, basta con modificarlo. De esta manera, se quedan con sus casas aunque como sobre el papel siguen siendo promotores inmobiliarios, siguen teniendo que pagar las cuotas de urbanización, que ascienden a miles de euros. Ya han pagado cuatro (o tienen pendiente de pago, porque han tenido que fraccionarlo). El Ayuntamiento procederá a aprobar la modificación del plan parcial y a reordenar la edificablidad, como señaló el concejal de Urbanismo.
Lo que se reordenará será solo la margen derecha de Alfonso Molina y seguirán formando parque del Parque Ofimático, así que hasta que no se produzca esa modificación del plan parcial, seguirán teniendo que pagar las cuotas. El acuerdo, que se ofreció en 2021, se cerró en verano, está firmado y solo queda llevarlo a la Junta de Gobierno local.
Hay que recordar que el proyecto original contemplaba una pasarela que uniría el actual Xuxán con Someso y el Campus universitario de Elviña. El concejal señaló que ese proyecto no se va a llevar a cabo sin embargo, aún figura en el plan parcial, y será necesario que un día se construya esta vía de comunicación.
Pero eso queda para el futuro. A día de hoy, los problemas que ha tenido Xuxán quedan atrás gracias a este acuerdo. La alcaldesa, Inés Rey, agradeció a los afectados su voluntad de llegar a un acuerdo. A día de hoy, los afectados que aún resisten en sus casas de Elviña, junto al margen derecho de Alfonso Molina, tienen sentimientos encontrados por el acuerdo al que han llegado con la administración local tras tantos años de lucha que por momentos parecía inútil.
“Es una sensación agridulce porque Varo (Álvaro Corral, desalojado en 2014) tenía que estar aquí con vosotros. Falta mi padre que se murió el año pasado y otros” comenta Dolores Rey, que reconoce que era la “solución menos mala” a la que podían llegar. “Nos quedamos con las casas, pero el terreno de la huerta me la quitan y tampoco nos perdonan las cuotas de urbanización”, señala. Ella es una de las protagonistas de la protesta más duradera que ha vivido A Coruña, pero considera que no han hecho nada extraordinario. “Era lo que había que hacer”, repite con sencillez. Pese a todo lo perdido, querían quedarse en sus casas, y se quedan.