Dos dotaciones de Bomberos, agentes de la Policía Local y Nacional, así como servicios de emergencia sanitaria acudieron a la calle Río para lo que debía ser una actuación contra el incendio de la antigua iglesia de San Pedro de Visma. Dos vecinos habían dado la voz de alarma, una decena se agolpaba preocupada a las puertas del templo, del que salían llamas y se escuchaba gente en el interior.
Sin embargo, la inquietud de los residentes poco tenía que ver con la calma que en realidad se respiraba en el interior, a pesar del creciente humo. Para sorpresa de los agentes y efectivos allí desplazados, se trataba de una quema supuestamente controlada y ordenada por el párroco. “Nos pidió que quemásemos unos documentos”, relató al salir uno de los supuestos operarios, ante el estupor de los vecinos. “¿El reciclaje no lo contempláis?”, fue la respuesta a la explicación de lo que al final fue un susto. Finalmente, el dispositivo preparado se desarmó con rapidez, a pesar de que las llamas seguían brotando del interior, así como papeles quemados que ya alcanzaban la calzada.