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lunes | 18 noviembre | 2024
El mercado de las habitaciones sigue el mismo comportamiento que el alquiler de viviendas. La tendencia por compartir piso aumenta, la oferta se reduce y la demanda se incrementa en un 15%. Todo ello acompañado de una subida de precios que en el caso de A Coruña llega a una media de 350 euros por una estancia.
La Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), ha elaborado un informe del mercado de habitaciones en alquiler en Galicia, en el que estiman que el coste de los pisos compartidos crezca entre un 8 y un 10 por ciento. Si en 2023 había 200 habitaciones disponibles para arrendar en la ciudad, a un precio medio de 300 euros, este año se reduce la oferta a 160 por 350 euros al mes.
Es la segunda urbe de la comunidad gallega con las estancias más caras, tan solo superada por Vigo, cuyo valor asciende hasta los 400 euros. “La actual coyuntura económica deja a más de un 56% de las unidades familiares gallegas fuera del segmento de población de poder tener una vivienda en propiedad, con lo que el incremento de la demanda de viviendas y habitaciones en arrendamiento en los próximos meses está garantizada”, señalan desde Fegein.
Así, la patronal inmobiliaria ha analizado también la situación del parque de viviendas en arrendamiento. En A Coruña el precio medio se sitúa en 9,2 euros por metro cuadrado, con un incremento en la comparativa interanual de un 6,6%. El 24% de la vivienda en alquiler en el circuito de comercialización del municipio supera los 1.000 euros y, según la Federación Gallega de Empresas Inmobiliaria, el 12% no está en estado óptimo o su mobiliario es deficiente. A todo esto se suma que el 18% sufre de problemas de humedades o aislamientos térmicos y acústicos. Solo los inmuebles de Vigo en arrendamiento son más caros –9,75 euros el metro cuadrado– pero el incremento de precio con respecto al año pasado es menor, un 6,5%.
A día de hoy 171.500 hogares en Galicia viven en viviendas arrendadas. Además, según el informe de Fegein, tres de cada cuatro pisos en alquiler están ubicados en una de las siete ciudades gallegas, lo que significa que “las grandes urbes siguen acaparando casi toda la movilidad laboral en detrimento de los demás municipios”.
El problema de los precios de los alquileres y la escasez de una oferta de pisos en arrendamiento se encuentra, principalmente, en A Coruña, Vigo y Santiago, “donde un tercio de las viviendas habituales son ya en alquiler, suponiendo un salto cualitativo y cuantitativo en los últimos 12 años al incrementarse en más de un 40% los hogares en alquiler en estas tres ciudades”, explica la patronal inmobiliaria.
A la vez que “nunca hubo menos oferta de vivienda de alquiler”, Fegein señala el perfil de demandante de habitaciones. Se trata de personas jóvenes, de entre 18 y 40 años, “con unos ingresos unipersonales que no pueden hacer frente a un alquiler de manera personal al suponer el esfuerzo de pagar un alquiler en más de un 50% de sus ingresos”.
El arrendamiento de habitaciones coge fuerza en Galicia debido al “elevado precio de los alquileres y a una oferta menguante que ha marcado en enero mínimos históricos de stock de oferta por debajo de las 2.500 viviendas en el conjunto de los 313 ayuntamientos de Galicia”. El presidente de Fegein, Benito Iglesias, señala la importancia de prestar atención, a la hora de firmar un contrato de alquiler de una habitación, “qué es lo que realmente se alquila y durante cuánto tiempo para evitar problemas futuros, ya que estos contratos se rigen por el Código Civil y no por la ley de arrendamientos”.
Iglesias recuerda, en esta línea, que “tiene que quedar perfectamente reflejado quién se hace cargo de las facturas por servicios de luz, agua, basuras o calefacción”, además de especificar qué habitación ocupará el inquilino, la duración del contrato, el precio, la forma de pago con la que se abonarán las rentas, los servicios que se incluyen y cómo se repartirán los gastos extra.
