El barrio de Los Rosales es uno de los grandes olvidados en cuanto a la frecuencia de buses que parten a diferentes puntos concurridos de la ciudad, al menos, en las líneas 3 y 3A, que son las que circulan hasta el centro de la urbe coruñesa. Por eso, desde su asociación de vecinos reclaman más frecuencia, así como la creación de alguna línea alternativa para llegar a lugares más alejados como el centro comercial Marineda City o la Universidad de A Coruña.

Los Rosales es uno de esos barrios jóvenes de la ciudad en los que muchas familias coruñesas decidieron emprender su futuro a finales del siglo pasado y a principios de este. Aunque el crecimiento del barrio no merma, muchos de los vecinos aseguran que los servicios prestados sí.

Uno de estos casos es el número de buses que ofrecen servicio al barrio. Las líneas 14, 12, 3 y 3A son las únicas cuatro que se dejan ver por las concurridas calles de Manuel Azaña o Emilio González López, las principales del barrio rosalino. Con anterioridad, también prestó servicio la línea 12A, pero finalmente su cabecera fue trasladada a la avenida Gran Canaria, delante del Conservatorio Profesional de Música de A Coruña. 

Desde la asociación de vecinos de Los Rosales sugieren aumentar la frecuencia de éstas, sobre todo, las de los autobuses 3 y 3A, que en ocasiones se puede demorar más de una hora. “Durante el fin de semana solo hay un bus y tarda 70 minutos”, apunta Fernando Carrillo, presidente de la asociación vecinal del barrio.

Estas dos rutas recorren prácticamente toda la ciudad, desde la iglesia de la parroquia de San Pedro de Visma, hasta el mercado de Adormideras, pasando por la avenida de Buenos Aires y el Paseo Marítimo, en el caso del 3A, y por la plaza de Pontevedra, Obelisco y Puerta Real, en el caso del 3. Ambos autobuses se alternan a la ida y a la vuelta para pasar por los mismos destinos, aunque debido a las obras en la calle San Andrés, se cambió de forma temporal el recorrido.

El 47, como en la película

Además, desde la asociación de vecinos de Los Rosales también es objeto de estudio la creación de una nueva línea, “la número 47, como la película”, bromea Fernando Carrillo, presidente de la asociación vecinal.

Los residentes exponen que esta nueva línea daría la posibilidad a una gran cantidad de usuarios de llegar a zonas como el centro comercial Marineda City, o el campus universitario, sin tener que hacer transbordo en el primer caso en la ronda de Outeiro, y en el segundo, en la plaza de Pontevedra. 

Esta línea operaría por la parte de atrás del barrio de Los Rosales, la zona de San Pedro de Visma, pasando por puntos como la Tercera Ronda, los polígonos de A Grela y Pocomaco, llegando hasta universidad de una forma más cómoda y sin la necesidad de transbordos en otras zonas de la geografía herculina.

Las líneas de buses están obsoletas”, explica Carrillo. Y la realidad es que, aunque todos los vehículos de la Compañía de Tranvías de A Coruña duerman en el barrio ‘rosalino’, los vecinos consideran que cada vez está más olvidado en cuanto a la presencia de líneas de transporte público que le den servicio.

“Estamos muy preocupados por la cantidad de atropellos que hay por falta de atención”

El barrio de Los Rosales también ha sido protagonista recientemente por algún que otro atropello, en muchos casos, por no respetar los límites de velocidad recomendados.

Tanto es así, que desde la junta directiva del barrio aseguran estar “muy preocupados por la cantidad de atropellos que hay por no respetar la velocidad y la falta de atención en la conducción”.

A su vez, la directiva a través de sus redes sociales comentó que “hemos hecho un llamamiento a todos los conductores para que se respete la zona 30 en todo el barrio, así como en los pasos de peatones, pero el mensaje no ha sido efectivo”, ya que muchos de los vehículos no respetan estos límites de velocidad, y, en ocasiones, trae consecuencias.

“Hemos hecho un llamamiento para que se respete la zona 30”, dice la directiva vecinal 

De hecho, en su construcción, a finales del siglo pasado y principios de este, ya se organizaban carreras ilegales, lo que obligó a instaurar la zona 30, según apunta Fernando Carrillo, presidente de la asociación vecinal del barrio.

Desde esta misma asociación explican que ya están estudiando medidas para tratar de solucionar estos aspectos y aseguran haber mantenido reuniones con diferentes concejales.