Los bomberos del Grupo de Rescate Acuático (GRA) acudieron a la bahía del Orzán en respuesta a una llamada que les alertó de que podía haber un buzo en apuros cerca del Aquarium Finisterrae. El testigo señaló que podía ver una boya flotando, que señalaba la posición de un buceador se había sumergido, pero que no veía a nadie desde hacía tiempo.
Al lugar acudieron con una moto náutica, mientras otro grupo acudía en una embarcación mayor desde la base de Oza. Sin embargo, aunque localizaron la boya, resultó que no tenía nada que ver con ningún buceador. Simplemente, flotaba a la deriva. Tras retirarla, volvieron a la base.