Parece condenado a la oscuridad el paso peatonal que une el Recinto Ferial, la zona del Coliseum y Carrefour con Matogrande. La alegría por la instalación de las nuevas farolas en el área, el pasado 6 de diciembre, ha sido efímera y parece haberse esfumado a la velocidad de la luz: los nuevos modelos solamente funcionaron a lo largo de ese día y jamás han vuelto a iluminar un camino que a diario realizan cientos de personas en ambas direcciones. “Sólo funcionaron ese día que tanto celebramos, nunca más: ni de tarde ni de noche”, lamenta Lucía Fernández, vicepresidenta vecinal, que ve cómo se reinicia un proceso detrás del cual llevaba “un lustro” y que parecía haber finalizado hace un mes.
Y es que el problema de la reparación y mantenimiento de las farolas que bordean el aparcamiento de Carrefour y dejan a un lado Toys R Us no es la ventanilla a la que llamar, toda vez que son de propiedad privada y el Ayuntamiento solamente puede ejercer de mediador. “Nos dijeron que preguntarían el motivo por el que vuelven a no funcionar, pero al ser una zona privada no pueden hacer nada”, recuerda Fernández, para quien ya supuso una sorpresa la sustitución. “Llevaban rotas por lo menos cuatro años, pero cuando vimos que, en pleno día festivo, las cambiaban, muchos vecinos se acercaron a preguntar”, prosigue.
Los residentes recuerdan que no se trata sólo de un tema para el barrio, sino de un servicio público. “Hay mucha gente que va a coger el bus a oscuras a las seis de la tarde y a veces da miedo. Por lo menos ya no están rotas ni parece una zona abandonada”.