Hace poco más de un año Celia López Cernadas decidió que era el momento de dejar atrás tres décadas en el barrio que ya la echa de menos: Os Mallos. CLC Textiles, ubicada en el número 11 de Ramón Cabanillas, decoró su escaparate con carteles anunciando su traspaso.
La comerciante, que tras trece años asalariada, cogió las riendas de CLC hace dieciocho, relataba a El Ideal Gallego en julio de 2024 que le gustaría que “alguien se quiera quedar con el negocio porque me daría mucha pena cerrarlo”. Y así ha sido: Jorge Santos, empresario y copropietario de Almacén Concept Store, en la calle Olmos, convertirá CLC –dedicada a venta de telas, retales y confección– en Velvet. Seguirá el negocio tal y como los vecinos de Os Mallos lo conocen, pero añadirá el concepto de confección de moda.
El Bono Remuda de la Xunta ha hecho posible el relevo y, tras dos semanas en su nuevo barrio, Santos explica que “es una locura. Ya a las diez de la mañana del primer día la gente se acercaba a la tienda preguntando que si necesitábamos algo. A Celia la quiere todo el mundo y tiene mucho que ver”. La propia Cernadas, además, acude todos los días al número 11 de Ramón Cabanillas para enseñarle a Santos y a Gloria, que se encontrará tras el mostrador, cómo funciona la tienda. “Nos está enseñando todo, desde la localización del producto hasta hablar con proveedores y cómo hacer un pedido”, señala Gloria, quien también se muestra agradecida porque “todos los días vienen un montón de personas a decirnos lo contentas que están de que no cierre la tienda”.
Santos asegura que la idea de coger el negocio llegó de casualidad. “Fue surgiendo; no estaba buscando específicamente un negocio, pero además de Almacén Concept Store, tengo una marca de ropa y la idea se unió en mi cabeza. A raíz de ver la noticia en El Ideal Gallego fui a hablar con Celia y nos caímos muy bien, hicimos ‘match’ y vi que era un negocio rentable”. Sobre su decisión de instalarse en Os Mallos, lo resume en una frase: “Es volver al barrio en el que viví”.
Celia, por su parte, no esconde su alegría: “Estoy muy contenta. Costó un año traspasarlo, pero Jorge va a seguir con el negocio y estos días estoy con él enseñándole cómo funciona todo para que le sea más fácil”.
El impulso que tiene a día de hoy la zona de Os Mallos y su tejido comercial y hostelero ha sido otro aliciente para Santos, quien destaca la proximidad de la próxima intermodal y la comodidad de una calle que disfruta, a día de hoy, de ser peatonal.
La asociación Distrito Mallos se ha implicado en este proceso y destaca el éxito del programa Bono Remuda como herramienta para no perder tejido económico viable en los barrios. Todo ello en un momento en el que el relevo generacional es cada vez más complicado para el pequeño comercio.
La Consellería de Emprego, Comercio e Emigración destinó el año pasado un presupuesto de 1,5 millones de euros busca fomentar el traspaso de negocios y garantizar su permanencia en el seno del tejido productivo gallego.
A través de este bono, los nuevos comerciantes pueden recibir el 70% de ayudas para seguir con los negocios tradicionales, en un momento en el que “quedamos muy poquitos”, dice Celia, quien ya ha echado raíces en Os Mallos. Ahora, su alma en este barrio seguirá viva con Velvet.