Las rebajas de verano suelen asociarse con el mes de julio, pero desde que en 2012 se liberalizaron, muchos establecimientos, centros comerciales y grandes marcas ofrecen descuentos durante todo el año, hasta el punto de comenzar con la temporada de saldos el pasado 22 de junio. El comercio local considera que esta práctica supone una competencia desleal para los más pequeños, por lo que demandan que se ponga fin a su adelanto y se igualen las condiciones para todo el sector.
“Empezar antes con las rebajas supone una desventaja, porque el consumo inicial tiene más tirón y lo que se gasta al principio ya no se gasta luego”, asegura el presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC), José Luis Boado. Esta “competencia desleal” podría llegar a su fin si se dotase a todo el comercio, ya sea grande o pequeño, “con las mismas herramientas”.
El tesorero de la asociación de comerciantes coruñeses, Abel Caballero, añade, además, que los grandes perjudicados son los pequeños. “Si todos tienen las mismas condiciones conseguiremos que toda la gente salga a la calle a buscar oportunidades el mismo día y podremos aprovecharnos todos”. A todo esto se suma el hecho de que los barrios en verano sufren una ‘operación salida’ por las vacaciones. “Es más importante todavía pensar que comienza el verano, una etapa muy potente para el centro de la ciudad en la que se compite con mucha fuerza con las grandes superficies, mientras que en los barrios bajan las ventas considerablemente por tener todo el atractivo de eventos en el centro”.
Por ello, Caballero insta a hacer más acogedores todos los distritos, que se invierta más en actividades de ocio y calidad de las zonas alejadas del centro de A Coruña. “No solo tenemos que atraer, sino retener a nuestra clientela”, añade, a la vez que considera una complicación el hecho de que “si la gente gasta semanas antes lo que tienen, cuando comiencen las rebajas en el comercio pequeño ya no habrá dinero para consumir”.
El presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC) confía en la llegada de turistas para paliar la retención del gasto que existe en la actualidad en los establecimientos. “La gente está ahorrando para las vacaciones y, al igual que la gente de Coruña que se va a otro sitio de vacaciones, gastará allí, esperamos que los turistas que vengan a la ciudad hagan lo mismo”, dice Boado.
Lo cierto es que el sector turístico prevé una buena temporada estival en la urbe. La tendencia de reservar a última hora hace que todavía sea pronto para realizar una estimación real, aunque el presidente de la Asociación empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco) y director del NH Collection Finisterre, Agustín Collazos, considera que cada vez este hábito tiende a desaparecer lentamente. Así, si los fines de semana, la Semana Santa y la primavera han dejado unas buenas sensaciones, se espera un buen verano, en la línea del vivido el año pasado.
El número de bienes inmuebles de naturaleza comercial no ha frenado su crecimiento en la ciudad pese a la pandemia. Según el Instituto Galego de Estatística (IGE) son 11.491 los que actualmente se extienden por las calles de A Coruña, la mayor cifra desde enero de 2020, cuando eran 11.428. La oferta inmobiliaria para albergar actividad comercial es, por lo tanto, mayor que hace tres años, pero estos datos no reflejan cuántos de esos inmuebles están ocupados o cuántos sin actividad.
A Coruña es, de las principales ciudades gallegas, la que concentra la mayor cantidad de estas propiedades. Solo le sigue de cerca Vigo, con 10.125. El comercio coruñés es consciente de que, con el estallido del covid, muchos establecimientos cesaron su actividad a lo largo de 2020.
Durante el ejercicio del 2021 comenzó a despegar de nuevo, pero no fue hasta 2022 cuando el miedo y la incertidumbre se relajaron. Durante este primer trimestre, asegura el presidente de la FUCC, José Luis Boado, se ha notado un alto incremento de aperturas de comercios, achacado, según dice, a “la intención de subir la economía”.
Sin embargo, la pandemia y el encarecimiento de los costes ha hecho que reine la prudencia, por lo que “habrá que esperar y hacer una valoración después del verano”, indica. El impulso más reciente para el sector comercial ha sido el bono Activa Comercio, impulsado por el Gobierno autonómico.