El apagón y el festivo han provocado que las compras de los regalos del Día de la Madre queden para última hora. Aunque los ramos de flores ya desfilaban ayer por las calles, los comerciantes notan que los coruñeses han dejado las compras para el último momento. Incluso han notado confusión entre los clientes. Así lo confirma la presidenta de Distrito Mallos, Alba Balsa, quien asegura que “este año, entre el puente de los niños y el apagón del lunes, puede que se haya desordenado el ritmo normal. Los floristas de la zona tienen bastantes encargos y el comercio ha trabajado bien estos últimos dos días”.
Lo mismo opina la presidenta de los comerciantes Distrito Oza, Marta Fernández: “Por la semana, debido al apagón, hubo un parón de ventas muy grande. La gente estaba con mucha incertidumbre y no hubo mucha venta. Además, como acaba de ser la Semana Santa y el festivo del día 1 cayó en jueves, la gente está despistada y no se acordaba de que el domingo era el Día de la Madre”.
Por su parte, la presidenta de la Zona Obelisco, Carolina Carrillo, celebra el buen ambiente que había en el centro e indica que “el viernes por la mañana, aunque llovió, había ventas, pero un poco más lentas. Por la tarde se animó y hoy –por ayer– está siendo un día muy bueno”.
En O Castrillón, la presidenta de la Asociación de Comerciantes de O Castrillón, Eirís y Monelos (Acocem), Estrella Pérez, las ventas del Día de la Madre se han notado mucho, “sobre todo en las floristerías, las tiendas de moda y regalos personalizados”. También se notó en la hostelería del barrio, donde había numerosas reservas para las comidas de hoy. “La mayoría tenía claro qué regalar y busca ese regalo concreto. Aunque hay una parte de clientes que deja la elección en manos de los comerciantes”, sostiene.