La nueva movilidad supone sobre todo, usar el transporte público o las bicicletas, pero también cambiar los viejos vehículos de combustión interna por híbridos, de gas o eléctricos. En este sentido, se puede decir que, a pesar de este tipo de vehículos es mucho más caro que sus contrapartidas de gasóleo o gasolina, cada vez son más los coruñeses que conducen uno. Este año ya son 1.656 los vehículos alternativos matriculados, lo que significa diez veces más que solo en 2018, cuando solo eran 156.

Es todavía un pequeño porcentaje del total del parque automovilístico de la ciudad, que rondaba los 143.237 a principios del año pasado. En realidad, menos de un 1%, pero lo cierto es que basta para poner a la ciudad por delante del resto de las urbes gallegas en esta conversión tecnológica del transporte. La Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) apunta a que A Coruña es la ciudad gallega con más vehículos de este tipo. Apenas suponen el 0,49% del total de España (674.000 en2020), pero eso le pone por delante de otras ciudades, como Vigo o Santiago.

En realidad, y en contra de lo  que pudiera parecer, un 0,49% es una parte bastante significativa del total nacional, y A Coruña se encuentra no solo a la cabeza de las ciudades gallegas en la adopción del vehículo eléctrico o híbrido, sino en mitad de la tabla a nivel nacional. Solo Madrid, alberga el 12%, tiene una proporción importante de este tipo de coches, mientras que incluso grandes metrópolis como Barcelona apenas superan el 3%1,%. Ciudades como Valencia (1,46%) o Vitoria (0,60%), famosa por sus medidas medioambientales contra el tráfi co, superan ampliamente a la ciudad herculina, pero esta se encuentra en un honroso número 25 de este ránking.

Hay que señalar que los coruñeses prefieren el vehículo híbrido u otro bonificado antes que el eléctrico: de los 1.656 mencionados antes, solo el 38%, 637, son eléctricos. Y esto tiene que ver con su alto precio, así como la falta de una red de electrolineras que permita una fácil recarga, por lo menos en A Coruña.

Precisamente, sobre ese tema, el concejal de Movilidad, Francisco Díaz, declaró sobre la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que se instalará a corto plazo: “No soy favorable de que se prime la entrada de vehículos eléctricos que no todo el mundo se puede comprar y que no tiene un enfoque social en cuanto a movilidad”.

Además, en opinión de Díaz, “un vehículo eléctrico no deja de ser lo mismo que uno de gasolina: son vehículos privados, y el atasco es el mismo”.

Los puntos de recarga

Para el concejal de Movilidad, una administración pública tiene que defender el transporte público, ya sea el autobús o BiciCoruña. “No quiero calles llenas de vehículos eléctricos, quiero calles en las que la gente pueda caminar”. En cuanto a si eso explica la falta de puntos de recarga de la que adolece la ciudad, Díaz señaló que “se está analizando, pero no es una prioridad”.

Había once puntos que se instalaron en 2011, durante el Gobierno del socialista Javier Losada, pero solo llegaron a estar activos unos pocos meses. En un principio, el Gobierno local tenía la intención de dar un nuevo impulso a los puntos de recarga, desplazándolos a zonas más periféricas.  El objetivo  es que el propio sector privado atienda la demanda , ya sea en el garaje, o en un centro comercial o un aparcamiento público, mientras  que el nuevo sistema de recarga eléctrica estará pensado para los visitantes.