La lectura deja dos caras. Los bajos comerciales vacíos se han reducido en la ciudad, por lo menos en comparación con el mismo periodo del año pasado. Esto es, desde luego, motivo de alegría, y es que los barrios han cobrado más vida en los últimos doce meses. Pero estos locales son también más caros, por lo que dar el paso de emprender a pie de calle es cada vez más costoso.
Los datos, reflejados en el Observatorio inmobiliario de Galicia elaborado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), cifra en 845 los bajos comerciales sin actividad en la ciudad en la actualidad, un 8,6% menos que los 925 de enero de 2024. Esta cifra es especialmente relevante, y es que el año pasado el número se había incrementado en comparación con 2023, cuando había 820. Además, en el ejercicio anterior la subida había sido de un 12,8% en dos años. Las causas eran la falta de relevo generacional, la elevada presión fiscal, el alza de precios y los costes laborales de contratación.
A Coruña es la tercera urbe gallega con la mayor cifra de bajos comerciales vacíos, pero es la única que ha logrado un descenso de los mismos. Vigo, Santiago, Ferrol, Pontevedra, Lugo y Ourense tienen ahora más locales sin actividad en sus calles. A la cabeza se sitúa Ourense, con 1.600 (1.525 en 2024); le sigue Vigo, con 1.200, frente a los 1.170 del año pasado; A Coruña, con sus 845; Santiago, con 490 (400 en 2024); Lugo, con 318 (250); Ferrol, con 310 (270); y Pontevedra, con 280, cuando en enero de 2024 eran 270. En lo relativo al precio del metro cuadrado, la urbe coruñesa sí que lidera la tabla. En realidad, A Coruña y Vigo son las dos ciudades donde se ha incrementado levemente el precio del alquiler de locales o bajos comerciales. Así, en A Coruña arrendar uno de estos inmuebles tiene un coste de 8,40 euros por metro cuadrado; Santiago, 8,20 euros; le siguen Pontevedra, con 7,20; Vigo (7 euros); Ourense (6,50); Lugo (5,20); y Ferrol, con 5 euros por metro cuadrado.
Desde Fegein, al igual que en el mercado de la vivienda, constatan un alto porcentaje de municipios gallegos que están quedando anclados en áreas cara vez más deshabitadas y carentes de atractivo a la hora de invertir por nuevos emprendedores y donde el relevo generacional es mínimo.
Galicia tiene 8.600 bajos vacíos en el circuito de comercialización. Es un máximo histórico y las causas, indica la patronal inmobiliaria, son el absentismo laboral, los alquileres elevados, las cotizaciones de la Seguridad Social, la presión fiscal inasumible, la perspectiva negativo del impacto de reducción de la jornada laboral y la competencia de las plataformas de venta online, entre otras.
El sector de la restauración, bares y cafeterías, había sido el más resiliente, aunque el número de traspasos o cambios de gerencia era el más elevado. Ahora, señala Fegein, protagoniza el mayor número de cierres con locales vacíos que no se vuelven a ocupar. “Y apuntando que el mayor número de reaperturas y relevos en este sector se da por nuevas gerencias de origen inmigrante de Iberoamérica. Este dato lo consideramos positivo”, añade el informe de la federación.
El presidente de Fegein, Benito Iglesias, explica que “la presión fiscal es el principal motivo que deriva al cese de actividad de numerosas actividades económicas y que ese local o bajo comercial quede vacío y con dificultad para su reapertura. Incluso el sector de la hostelería que hasta ahora era el más dinámico y el que mejor aguantaba está ahora protagonizando numerosos cierres”.
Iglesias apunta, además, que “el cambio en la normativa, que entró en vigor el 15 de Octubre del 2023, para el cambio de uso de locales a vivienda es claramente positivo, a pesar de que los tiempos de concesión de una licencia municipal de reforma son demoledores”. Pese a todo, desde la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias “creemos que se debería flexibilizar aún más la modificación del decreto de habitabilidad en bajos y entreplantas comerciales para su conversión en viviendas, ya que su rigidez aún sigue siendo un importante cuello de botella para cientos de bajos vacíos. Y es una buena alternativa para la futura ubicación de las viviendas turísticas en plena polémica”.
La Sagrada Familia es el barrio con el mayor número de bajos comerciales vacíos. Los datos, sustraídos de un informe de 2024 de la Federación de Comercio de A Coruña, no dejan lugar a dudas, se trata del distrito con más locales sin vida de la urbe. Los carteles de “se alquila” y las telas y papeles tapando lo que un día fue un comercio reinan en la calle Sagrada Familia o la calle de Nuestra Señora de la Luz.
Los que resisten en la zona son los bares y las tiendas de alimentación o panaderías, algunas de toda la vida y otras que han cogido el relevo de anteriores propietarios. El presidente de la entidad, Miguel Agromayor, sostenía hace unos meses que “la reconversión natural nos lleva a que, actualmente, en nuestra ciudad, el comercio se polariza en la zona centro, plaza de Lugo, calle Barcelona, Os Mallos, Monte Alto, Cuatro Caminos, Oza, Elviña y Los Rosales”. En la radiografía de los barrios destaca también Eirís, que, si bien no tiene tantos locales, el porcentaje de desocupación se lleva la palma. Por el contrario, la zona con mayor ‘salud’ comercial es Distrito Picasso. En los años noventa había 7.000 comercios en la ciudad, con una media de dos empleados.