Por muy poco sostenible que sea, moverse en vehículo privado sigue siendo una de las maneras favoritas de los coruñeses para desplazarse, aunque exista una ligera tendencia a reducirse el número de coches. Pero a lo largo de los últimos años se ha advertido una tendencia en A Coruña: ya sea por apego o por necesidad, los coruñeses cada vez cambian el coche menos a menudo. Eso significa que el parque móvil coruñés no solo está disminuyendo, sino que está envejeciendo.

Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) parecen confirmar esta evolución. La edad media de los turismos de la ciudad sube casi tanto como la de los propios habitantes. En 2023, por ejemplo, la antigüedad media del parque de estos vehículos de menos de 25 años era de 12,68 años. Es una cifra que no se encuentra, ni mucho menos, entre las más altas de Galicia. De hecho, sitúa a la ciudad herculina en segunda posición, con el parque móvil más moderno justo por detrás de Santiago, cuya edad media es de 12,27 años.

Las futuras restricciones a los vehículos convencionales echan para atrás a los compradores

Pero si se examina la evolución de la propia ciudad, esta es negativa: en 2022 la edad media era de 12,39 años para los vehículos de menos de 25 años. Y hace solo cuatro años, en 2020, era de 11,66. El parque de turismos envejece, pues, rápidamente, en un momento en el que las autoridades tratan de promocionar el empleo de vehículos nuevos y modernos, preferiblemente eléctricos.

Fuentes consultadas apuntan a que podría tratarse precisamente de este énfasis en promocionar los vehículos eléctricos lo que disuade a los conductores de renovar su coche. La agenda 2030, con la prohibición futura (para el año de 2035) de la venta de diesel y gasolina, anima a estirar más la vida útil de los coches. Otros factores, como la instauración de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en A Coruña, también disuaden a muchos conductores. A pesar de que el Ayuntamiento ha insistido en varias ocasiones que no va a a restringir la circulación de vehículos según la etiqueta verde, no todos se fían.

Son pocos los que optan por comprar un coche eléctrico por su alto precio, y porque sus prestaciones todavía no están a la altura de uno de combustión en lo que se refiere a la durabilidad o a la autonomía. Sin contar con los problemas que supone la recarga en electrolineras. Por eso los coruñeses estarían esperando a que el horizonte se aclare antes de realizar su inversión.

El carné

Otra posible explicación es que los coruñeses, simplemente, estén abandonando los coches de forma gradual, y que por eso no quieran comprar vehículos nuevos. A favor de esta tesis está la reducción del parque móvil que se ha registrado en los últimos años. En 2023 se habían matriculado en A Coruña 143.615 vehículos, repartidos entre 140.411 conductores, de los que 111.781 son turismos.

En 2022, estaban matriculados en A Coruña 144.280 vehículos (de los que 112.915 eran turismos) para 140.764 conductores. En 2021, había 141.059 personas con carné de conducir, y 113.666 turismos de un total de 144.774 vehículos. En 2020 había 141.701 conductores para 144.917 vehículos, de los que 114.067 eran turismos. Esto parece indicar que el número de conductores está bajando lentamente en A Coruña, igual que el de coches.

En ese sentido, las autoescuelas siempre han señalado que las nuevas generaciones no parecen tan entusiastas a la hora de sacar el carné como sus predecesores. En parte, por motivos económicos. Según señalaba hace un año Pablo Pérez, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, la inflación del permiso de conducir y sus tasas, además de las clases prácticas tenía que ver con el encarecimiento de la vida en general y todos los peajes a la circulación motorizada: “El precio de los carburantes, el IPC o las subidas salariales han sido determinantes”.

Las nuevas generaciones no parecen estar tan interesadas en ponerse al volante como las anteriores

Es fácil caer en la tentación de señalar que el gran auge del transporte público es gracias a la rebaja del precio del billete o el gran número de usuarios de BiciCoruña como otros factores de este fenómeno, pero tiene muchos matices: los usuarios del autobús pueden ser peatones o ciclistas, o viceversa, pero rara vez son antiguos conductores, según apuntan los datos facilitados por el propio Ayuntamiento. Es decir, que los transportes sostenibles compiten entre ellos. Pero, por otro lado, también pueden servir para que las nuevas generaciones consideren innecesario el coche.

La ITV

Queda por ver si el parque móvil, aunque avejentado, se encuentra en buen estado. En este caso también pueden servir de orientación las estadísticas de la DGT, que señalan que cada año, más de 4.000 turismos llegan a diciembre sin pasar la ITV en A Coruña, aunque hay que señalar que la cifra no se ha incrementando en los últimos ejercicios, lo que sí se ha reducido es el número de sanciones. En 2023 la Policía Local de A Coruña impuso 1.423, según las estadísticas de su memoria. El año pasado habían sido 2.049, lo que implica una reducción de casi el 40% en un ejercicio.

Por supuesto, el destino final para los coches a medida que envejecen es el desguace o el simple abandono. Aunque parezca extraño, son muchos los que escogen esta opción: cada año, la Patrulla Verde de la Policía Local detecta unos 400 vehículos durmiendo en las calles de A Coruña con claros signos de abandono, como las ruedas desinfladas y aunque da aviso a los propietarios, muchos de estos turismos acaban en el depósito municipal.

Solo el tiempo dirá si la tendencia se mantiene y cada vez A Coruña circulan menos coches. De momento, ya es la ciudad gallega con menos turismos por habitante, en una proporción de 2,2 personas por coche, mientras que en el caso de Vigo es de 1,9 y el de Santiago, es de 1,2. Eso quiere decir que los coruñeses no encuentran tan necesario conducir como sus paisanos de otras ciudades gallegas, quizá en parte porque se trata de un término municipal muy pequeño. De hecho, casi el 50% de los desplazamientos en el interior del casco urbano se realizan a pie. El problema, como siempre, surge cuando hay que moverse por el área metropolitana.