La esquina de la avenida del Alcalde Pérez Ardá con ronda de Outeiro y la calle Montevideo, un cruce con mucho tránsito, renovará su imagen con un edificio de ocho plantas (siete alturas y un bajo) con 66 viviendas. El Ayuntamiento concede la licencia urbanística a la firma Residencial Montevideo para construir este bloque, que contará con acceso por dos portales unidos por un único garaje mancomunado de tres sótanos y un semisótano.
La licencia se otorga tras aprobarse definitivamente el estudio de detalle el 5 de octubre de 2023 y comprobar el cumplimiento de la normativa urbanística y sectorial. El presupuesto de ejecución material de las obras es de 8,6 millones de euros. El proyecto supone la modificación del espacio público frente a las tres parcelas –que se encuentran a una cuota inferior a las rasantes–, por lo que estas se elevarán y se crearán nuevos recorridos accesibles.
Las obras abarcan la excavación para los sótanos, la construcción de los muros de sótano y de la estructura de hormigón, el tenido de las instalaciones, la fachada cubierta, tabiquería, carpintería, acabados y remates. Además de las 66 viviendas, habrá locales comerciales y garaje con 122 plazas de aparcamiento en la parcela del número 22 de la calle Montevideo. Habrá pisos de uno, dos y tres dormitorios con terraza y ático, así como zonas comunes: gimnasio, sala de baile, sala ‘coliving’ con cocina y zona de estar. El acceso al portal estará precedido por un jardín.
Todos los hogares se han proyectado con ventanales de gran tamaño, para maximizar la luz natural, y disponen además de trastero y plaza de garaje con preinstalación para carga de coche eléctrico, según anuncia la promotora en los portales inmobiliarios. El precio de las viviendas disponibles va desde los 222.000 euros hasta los 994.000 en el caso de los áticos. Todos incluyen terraza y garaje.
El hecho de que este bloque esté próximo a las estaciones de tren y autobús, así como a una de las principales áreas comerciales de la urbe, hace que este goce de gran atractivo y su precio no sea apto para todos los bolsillos. En zonas próximas, como Os Mallos, también se da la misma coyuntura: gana atractivo por la futura intermodal. Lo cierto es que se está construyendo vivienda en el barrio. Ya sea en solares vacíos o en antiguos inmuebles que están siendo rehabilitados, Os Mallos parece estar de moda para los promotores inmobiliarios. Además, su buena comunicación, indican, supone un ingrediente a mayores.
El Gobierno local asegura que está haciendo todo lo posible por mejorar la situación en el mercado de viviendas de A Coruña, a pesar de que, recalca, las competencias son autonómicas. “El Ayuntamiento está agilizando las licencias, y primordialmente las Viviendas de Protección Oficial”, aseguró el el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, que estima que han sido 500 licencias de VPO desde 2019 y que en 2024 serán otras quinientas.
También están gestionando las bolsas de suelo libres y urbanizables. El ejemplo es el polígono de San Pedro de Visma, donde habrá cerca de mil viviendas de protección oficial. “Estamos metiéndonos en todo cuanto instrumento nos habilita la ley”, señaló el edil. Otro ejemplo que citó al respecto fue el plan de ruinas, que se basa en la Lei de Rehabilitación de Galicia y que el Ayuntamiento ha empleado de manera pionera para desposeer a los dueños de los inmuebles que llevan años en estado de abandono. A principios del año pasado, la Concejalía de Urbanismo anunció una lista de ocho inmuebles que subastaría si sus dueños no se hacían cargo de ellos.
“Estamos yendo expediente a expediente y hay dos que se ha cambiado la propiedad y se están solicitando licencias para rehabilitar”, añadió el concejal del área. Sobre las antiguas estructuras a medio acabar, las promociones paralizadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria, que han permanecido como esqueletos de hormigón en las calles de la ciudad. Por su parte, la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la provincia (Aproinco) solicitó al Gobierno municipal hace unas semanas acelerar la concesión de licencias. El plazo máximo establecido por ley es de tres meses, y en Aproinco calculan que el de A Coruña es de año y medio, así que existe margen de mejora.
El secretario general de Aproinco, Juan José Yáñez, considera que el problema radica en la falta de un canal directo de los arquitectos de las empresas con los responsables municipales. “Toda obra de cierta importancia tiene que ir firmada por un arquitecto colegiado, pero el papeleo tarda meses por correo electrónico”.
Según el secretario general de los promotores, el intercambio de documentación puede demorar semanas, e incluso un par de meses su respuesta. Como la comunicación no es tan fluida como presencialmente, suelen darse malentendidos que retrasan aún más el trámite. Por eso desde Aproinco pidieron un canal directo. Es decir, presencial. Se trata de una solicitud que llevan realizando desde hace tiempo.