El roscón de Reyes es un imprescindible en estas fechas. Para muchos, incluso, no tiene sentido la celebración sin su postre típico. Por ello, las primeras grandes colas del nuevo año, además de las de los taxis en Nochevieja, suelen tener que ver con la compra del famoso roscón.
Y es que, un año más, la devoción por la compra de este producto no merma en la ciudad, a pesar incluso de la mala meteorología.
En A Coruña, dos confiterías suelen ser las que más colas aglutinan en los días previos al día 6 de enero: Glaccé y Flory. Sin embargo, y debido a que cada año se busca más la cercanía y en ocasiones alguna alternativa al famoso roscón, muchas otras pastelerías como Habaziro o París, entre otras, se engalanan para atender a las máximos clientes posibles.
Las colas en estos establecimientos ya se dejaron ver desde ayer. No obstante, a pesar del mal tiempo durante la mañana de ayer, fueron muchos los que abarrotaron los aledaños de las pastelerías en busca del mejor roscón.
Algunos con paraguas y otros refugiándose como podían en los soportales. Esta ha sido la estampa más común en las confiterías más famosas de la urbe herculina.
En la confitería Flory, ubicada en la calle Francisco Añón, se registraron desde primera hora de la mañana grandes colas, algunas de hasta una hora espera, según apuntaron algunos de los presentes. “Es muy típico hacer horas de cola durante estos días previos, pero vale la pena”, explicó Luis Sánchez, un fiel cliente de esta confitería.
Las colas solo sorprenden a los más nuevos. “Hubo un año que baje a las 13.30 horas con la comida, el termo de café y una silla, y no volví a casa hasta las 20.00 horas de la tarde”, destacó un cliente habitual de la confitería.
Desde Flory, aseguraron que este año las colas no cesaron de principio a fin y que, como es normal, ha subido un poco el precio con respecto a otros años. El más vendido, tiene un precio de 33 euros. Eso sí, lo más normal es que cada cliente se lleve por lo menos un par de ellos, para amortizar la espera, como mínimo.
Tras las quejas, una de las trabajadoras de la reconocida pastelería próxima a la ronda de Nelle incidió en que “el único que lo tiene garantizado es el que lo tiene encargado, los demás, tendrán que hacer cola”.
Por ello, es cada vez más común realizar encargos con antelación, que evitan largas colas y garantizan poder disfrutar el día de Reyes del postre más típico. El establecimiento abre de 9.00 a 14.30 horas y de 17.00 a 20.30 horas, aunque entre media hora y una hora antes de la apertura, ya son muchos los impacientes que forman largas colas.
La otra grande en estos días, Glaccé, también sabe lo que es la venta masiva desde la apertura al cierre. No obstante, son muchos más los que ya se adelantan a las posibles colas y encargan su roscón con antelación. De hecho, a última hora de esta mañana se han agotado las existencias, y según apuntaron trabajadoras de Glaccé, no se repondrán hasta mañana, en su apertura normal.
Algunos clientes que sí pudieron hacerse con los últimos roscones matinales incidieron en que “son bastante caros, porque van al peso, pero ya es el último año”, en referencia a que el local de la plaza de Vigo, regentado por Mari Carmen Gómez, echa el cierre por jubilación en cuanto haya un comprador dispuesto a pagar, como mínimo, 800.000 euros.