El Pazo do Pasaxe, según el PXOM. Para los vecinos de As Xubias, el “pazo del inglés” o el “Pazo Guyatt”. Es la principal construcción de una finca de 11.607 metros cuadrados que cuenta con muchos elementos sorprendentes.

El pazo. Pilar Rodríguez apunta que en 1673 había las siguientes construcciones en el solar: una casa con bodega, otra menor y otras aún más pequeñas, todo ello rodeado de plantíos y huertas. En torno a 1750, Antonio Jacinto Cotón de Castro, tira la construcción principal y hace una nueva: “La casa vieja del lugar del Pasaje que deshice para fabricar la nueva”, consta que dice en un documento. Se trata del pazo, que como muy tarde acaba en 1777. En la actualidad, según la referencia catastral, el pazo tiene tres plantas de altura y 932 metros cuadrados

El cementerio. Charles Guyatt se mete por un lado del pazo, señala una puerta y dice: “Ahí hay un cementerio”. ¿Quiénes están enterrados? “Ni idea”, admite, y es la única vez que no  tiene respuesta. Quizá yacen allí desde los tiempos de Cotón de Castro.

Muros de piedra a junta seca. Además de estar cerrada en todo su perímetro por muros tradicionales, posee varias terrazas —socalcos— divididas por muros de piedra a junta seca de 1,2 metros de altura y de al menos tres siglos de antigüedad.

Árboles centenarios. Son incontables y en muchos casos más que centenarios. El Sergas quiso en su día usar 1.100 metros de la finca como almacén para una obra y el permiso se le denegó porque, entre otras razones, afectaba a 50 laureles, 15 eucaliptos y 5 plataneros.

Una fuente en el Camino Inglés. La finca linda por el este con el Camino de Santiago. Antaño, los peregrinos se refrescaban en la fuente de San Antonio (hoy sigue existiendo, si bien la pétrea escultura del santo que la adornaba ha sido retirada por razones de conservación) y se aseaban en su lavadero.
Un manantial.  En la finca hay también un manantial. Uno de los negocios de la familia Guyatt fue el de las gabarras-aljibe, y de hecho llegaron a contar con tres a la vez. Con ellas surtían de líquido elemento a trasatlánticos y otro tipo de buques.

Embarcadero propio. Esos barcos usaban los dos viejos muelles de la finca, que dispone por tanto de embarcadero propio, situado frente a la playa de Santa Cristina. 

“¿Qué se creen? ¿Que lo voy a regalar?”

Charles y Rosa se enteraron por la prensa del anuncio de Inés Rey de que la finca de los Guyatt se convertiría en un gran parque público. Esto es lo primero que ellos pensaron: “¿Pero señora, usted ha hablado con el propietario?”. 

El caso es que hay varios dueños. “Somos yo, mis dos hermanos y dos sobrinos”, detalla Charles. “Quizá el resto quiera vender, pero el asunto es que esta finca es pro indiviso, así que tienen que contar conmigo también”, se extiende. Su principal ‘novio’ es el fondo suizo Ginkgo Advisor, que ha adquirido otras propiedades cercanas, como la de la antigua discoteca Pachá, con el objeto de realizar un plan de rehabilitación de este lugar pesquero, según anunció por boca del arquitecto británico David Chipperfield.
 

Por ahora, Ginkgo Advisor asegura haber adquirido en As Xubias 20.000 metros cuadrados, es decir, algo menos del doble de la superficie de la joya de la corona, la finca de los Guyatt. “El pazo lo tendrán que pagar a precio de mercado, ¿Qué se creen? ¿Que lo voy a regalar?”, se pregunta Charles en alto. Dice llevar “treinta años cuidando” la finca (“estamos aquí todos los días”) y pagando por su mantenimiento. Disfrutan del jardín mientras limpian el pazo, cuyo interior no muestran porque “aún está pintándose y reformándose”.