Mientras los coruñeses estaban pendientes de si les tocaba el Gordo de la Lotería, el Consejo de Administración de la Empresa Municipal de Agua (Emalcsa) votaba la subida de un 3,5% de todos los recibos del agua, tanto a particulares como a empresas. La decisión se tomó con los votos a favor del PSOE y de su socio de gobierno, el BNG, mientras que el PP votó en contra.
El Gobierno de Inés Rey ya había anunciado una subida generalizada de las tasas municipales para 2024, apoyándose en el hecho de que se habían actualizado los sueldos de los funcionarios y que, además, había que actualizar el IPC. Por otro lado, para 2024 se van a aprobar los presupuestos más altos de la historia, 370 millones, que hay que financiar con impuestos como el IBI.
Para el PP, se trata de una subida injusta y lo que es más: innecesaria. Recuerdan que en 2022 se ingresaron 56 millones de euros menos de lo que e había previsto y que tampoco lograron gastar todo lo ingresado: 12 millones de euros menos