Un espectacular incendio sorprendió a la ciudad alrededor de las cuatro de la tarde, cuando brotó una gran columna de humo en el cruce de la avenida de Pérez Ardá con la ronda de Outeiro, proveniente de un incendio en la cubierta de uralita de una nave tras el número 16 de la calle Montevideo. La humareda resultante formó una columna que podía verse desde fuera de la ciudad y que provocó un aluvión de llamadas a los servicios de emergencias. Al lugar acudieron efectivos de la Policía Nacional y Local además de Bomberos, que tuvieron que cerrar al tráfico la avenida de Pérez Ardá en sentido salida de la ciudad. El humo obligó a confinar a los residentes en el edificio hasta que los bomberos apagaron el fuego, aunque parte de la humareda consiguió colarse en las casas, nadie resultó intoxicado. Media hora después, ya había ningún rescoldo, y solo quedaba ventilar. Las causas del fuego se ignoran, pero los vecinos denuncian constantes intrusiones de okupas en el bajo de un edificio de más de cuarenta años habitado por inquilinos de renta antigua.
Según explicó el jefe de la dotación de Bomberos, el patio interior de la edificación estaba a una altura de unos diez metros. “Cuando nosotros llegamos, ya estaba ardiendo la cubierta, y no sabemos como llegó el fuego a una altura tan considerable”. La uralita es muy inflamable y aparatosa al arder, lo que explica la gran cantidad de humo que emanó por la combustión
El bajo abarca varios edificios, e incluye una nave con uralita. En esta nave, sin actividad desde hace más de veinte años, se han producido problemas de okupas. “Hace unos días llamó la Secreta (la Policía Nacional) porque la puerta estaba abierta de nuevo. Por ahí me parece que va la cosa”, comentó Suárez.