Fue, sin duda, el incidente más notable de esta Nochevieja en A Coruña: un Golf conducido por un estudiante universitario borracho atravesó el portón principal de una casa en la rotonda de acceso a la carretera del cementerio, en Feáns, al chocar frontalmente con ella a gran velocidad, según todos los indicios. Afortunadamente, nadie resultó herido, aunque se produjeron graves daños en la propiedad.
El suceso tuvo lugar poco antes de las ocho de la mañana, según informan fuentes de la Policía Local. Dos jóvenes circulaban en un Volkswagen Golf a gran velocidad por la carretera del cementerio de Feáns en direcció a la ciudad pero al entrar en la glorieta, la atravesaron directamente, sin ni siquiera hacer amago de tomar la curva, debido al exceso de velocidad..
El impacto fue tan brutal que rompieron la propia acera antes de arrancar de cuajo el pesado portalón de acero y reventaron dos ruedas. Mientras el joven arteixán clavaba los frenos, el coche siguió adelante, golpeando uno de los dos vehículos aparcados en el interior del patio, causándole daños leves, y deteniéndose a escasa distancia del otro.
Las marcas de las rodadas dejaban clara la trayectoria del vehículo, que había conseguido arrancar incluso los apoyos de cemento del portalón. En ese momento, entraron en pánico y decidieron huir, dejando la defensa delantera atascada entre los hierros retorcidos para salir de la propiedad a toda prisa.
Uno de los vecinos, alertado por el estruendo que causó el derribo del portalón, se asomó y fue testigo de su huida, así que alertó a las autoridades y se lanzó en su persecución, que fue breve. Eso sí, a pesar de que tenían dos ruedas reventadas consiguieron llegar al polígono de Pocomaco antes de que la Policía Local les diera alcance. Se le ordenó bajar del vehículo y fue sometido a un test de alcoholemia que dio positivo y ahora se enfrenta a varios cargos, incluido un delito contra la seguridad vial.
El dueño estima en diez mil euros los daños. Reconoce que no es la primera vez que pasa. “Una vez ocurrió con un camión de basura, y con otro vehículo de reparto. Siempre, desde la carretera del cementerio”, comenta. Sin embargo, la de ayer es la que causó mayores daños a su propiedad. En el lugar, además de la Unidad de Atestados de la Policía Local, se personaron los progenitores del conductor, que pidieron disculpas por lo sucedido. “Les dije que su hijo había vuelto a nacer”, comentó el dueño.