La Feria de Abril de O Ventorrillo sobrepasó las previsiones, agotó existencias y se alargó toda la jornada

La Feria de Abril de O Ventorrillo sobrepasó las previsiones, agotó existencias y se alargó toda la jornada
La organización posa orgullosa | mónica arcay

O Ventorrillo tiene un color especial y sigue teniendo su duende durante la celebración de la ya habitual Feria de Abril del barrio. La iniciativa de la asociación vecinal no solamente sobrepasó todas las previsiones en lo que a participación y diversión se refiere, sino que el horario inicialmente previsto se quedó corto para lo que acabó por ser una espontánea demostración de alegría y camaradería que trascendió el ámbito del propio barrio. .
 

Comenzó en horario de sesión vermú la demostración a cargo del grupo Triana, formado por vecinas de la zona que se pasan el año aprendiendo sevillanas de cara a su puesta de largo en la feria. También muy esperada y aplaudida fue la actuación en la misma clave de Sandra Calderón, quien le puso el acento y el alma requeridas para darle si cabe más sevillanía al asunto. Para entonces eran ya decenas los vecinos y curiosos que se habían acercado al puesto con ropa típicamente flamenca o a la caseta tradicional. Allí se despachó lo que mandaba la actividad: rebujitos y pinchos andaluces. Por un día, el verdejo o el tempranillo le ganaron la partida en el barrio a la ‘cunca’ de toda la vida. 
 

Se agotaron las existencias, pero no las ganas de fiesta. La previsión indicaba que a la hora de comer la Feria pasaría a formar parte de la tradición de celebraciones en el barrio. Pero no había ganas de irse para casa. Después de un breve avituallamiento la componentes de Triana se arrancaron nuevamente por sevillanas, en una especie de improvisación que llevó el baile a cada esquina del barrio. Encontraron refuerzos con la llegada de sus homólogas de Almeiras y Mugardos. A última hora de la tarde las guitarras flamencas, las palmas y los lunares seguían tiñendo o Ventorrillo de un color especial. Cuando la luz se fue, en cambio, algo se murió en el alma.

La Feria de Abril de O Ventorrillo sobrepasó las previsiones, agotó existencias y se alargó toda la jornada

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